Muy de mañanita
le llegó el aviso
de que ella -¡preciso!-
sería la madrina
de la criaturita
que había nacido
y salió sin vestido
la muy saltarina
Saltando las charcas
Patricia, la rana,
partió en la mañana
vía Manizales
dejó atrás las barcas
cruzó todo el parque
y salió del estanque
por los matorrales.
A grandes zancadas
recorrió el camino
rumbo a su destino
con muy buen talante
Ya en su tierra amada
se armó el parrandón
y paseó el salón
fresca y elegante.
Con tonos naranjas,
azules y verdes
nada le remuerde
nada le molesta:
¡baila hasta en las zanjas
“chacunchá” movido!
y con su marido
disfruta la fiesta.
Los ojos le brillan
llenos de emoción
pues el familión
se encuentra reunido
Luego, en una silla,
sienta a Rafael
conversa con él
y lo deja rendido.
Patricia, la rana,
madrina del niño
con mucho cariño
lo envuelve en sus brazos
y a nadie le extraña
que con embeleso
entre beso y beso
duerma en su regazo.
B. Osisis B.
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