miércoles, 30 de septiembre de 2009

Fue el sol, yo lo vi.

Aunque ustedes no lo crean...
fue el sol, yo lo vi.

Una casa pequeña, una familia grande, numerosa, un patio regular tamaño y una enorme planta de margaritas al lado de la puerta.
Una niña con traje azul, delantal blanco, zapatitos con patos dibujados en la suela, cabello largo y rizado en las puntas, ojos soñadores; mira al frente.  Piensa, decide que hará hoy.  Multiples opciones pasan por su cabeza; entre ellas, buscar huevos de lagartijas, subir a un arbol a bajar un nido y a coger los huevecillos de los pájaros, jugar ladrones y policías e incluso indios y vaqueros con sus hermanos.  Pero esta sola, se aburre y ellos no estan en casa, muy seguramente fueron a la escuela.
Observa de nuevo embelezada y ve casi como si fuera por primera vez aquella enorme planta, llena de flores blancas con un bello corazón de oro.
Ya vió una vez a su madre cortar algunas para coserlas al borde de una de sus faldas para un desfile del jardín de infantes.  Además cortó otras más y las acomodó con cuidado en su cabello delicadamente trenzado.
-¡Que hermosa se sintió ese día!
Mira de nuevo y se acerca con cuidado a la planta y arranca una flor, la va deshojando lentamente, cuidadosamente.  Terminada la tarea toma otra flor y procede de igual manera, parece una novia enamorada preguntando si la aman, pero... Es muy niña para que sea eso lo que la induce a tal labor.
Una más y otra y otra.  Avanza rodeando la planta, ya hay un hermoso tapiz de petalos y corazones dorados.  Parece hipnotizada, lo esta.
De pronto, un grito la saca de sus cavilaciones.
-¡Por Dios!  ¿Qué pasó aquí?  ¿Qué es esto?
La niña mira asombrada para todos los lados, al frente suyo; a la planta, al piso y ve con asombro el estropicio que ha armado.  Temiendo con sobrada razón el castigo, responde prestamente.
- Fue el sol, yo lo vi.

martes, 29 de septiembre de 2009

Restricciones


Fotografía de Ricardo G. Sr.

El pavoroso pavo.



Nuestras navidades siempre estuvieron acompañadas, además de por la familia, de deliciosa natilla, ricos buñuelos y delicados tamales preparados por mamá.
Al principio en la casa de la abuela y más tarde en nuestra propia casa.  Como éramos tantos hijos y tan sociables además, siempre había una enorme cantidad de gente, sobre todo, teniendo en cuenta el reducido tamaño de ésta; claro está.
Pasó el tiempo, crecimos, nos casamos y formamos nuestras propias famílias.  En alguna de las tantas reuniones en Damasco (Col.) comenté que me encantaría cambiar en alguna navidad, el tamal por el pavo.  Acompañaba este comentario de un gesto que consistía en doblar los brazos, llevando las manos a la nuca y los codos elevados para imitar jocosamente la posición de los muslos del animalito.
Un pavo bien preparado al horno, relleno, acompañado con puré de papas, arvejas o guisantes, torta, y demás ricuras... Tal y como lo vemos en los cientos de películas y programas norteamericanos.
Mi esposo y yo hace como dos años estábamos en el supermercado y vimos los pavos congelados y listos para preparar.  Corro a comprarlo haciéndome una idea mental de lo rico que quedaría.  Hablo con mi hermana, con mi cuñada y ellas se emocionan también.  Creo que más por mí que por ellas mismas y proceden a averiguar quién lo prepararía.
Nosotras mismas suponemos que no podemos hacerlo por no ser una costumbre propia, así que mi hermana consigue al primo de una amiga de la hermana de su jefe  que es lo máximo preparando pavos.  Todo el año el hombre se dedica a entrenarse para Diciembre y para los festines de los antojados.
Llegamos con su majestad el pavo, lo entregamos al maravilloso cocinero y dejamos un adelanto por el trabajo.  Partimos a complementar las compras, ya nombradas con anterioridad pero no por ello menos indispensables.
Llega el 24 de Diciembre, los preparativos listos, la cena elegantemente preparada, la mesa puesta y hay que ir por el pavo.  Yo no puedo hacerlo ya que tengo un compromiso con la familia de mi esposo así que mi hermana  se encarga de la delicada tarea.
Todo el tiempo con la familia de mi esposo pienso en el pavo y se me hace agua la boca, pienso en la cena, en el exquisito sabor del ave, en la deliciosa compañía, en el vinito que haría más sabroso el animal y más animada la charla.
Llegamos a la casa de mi hermano, mi cuñada nos recibe con cara de acontecimiento, nos hace pasar, nos ofrece un trago mientras es la hora de cenar.  Todos me observan, cuchichean con mi esposo.  Él levanta la ceja, se dirige con mi cuñada a la cocina y escucho una carcajada ahogada.
Voy a la cocina atraída por los ruidos extraños que hace mi esposo y noto que toma fotos de un lado y del otro, me miran cuando me acerco, suspiran, se encogen un poco en sus diferentes posiciones y esperan mi reacción ya que la idea suculenta provino de mi persona.  Observo el sitio al que se dirigen las miradas y suelto una carcajada monumental.  El pavo tiene cara de todo menos de pavo o por decirlo mejor es un "pavoroso" pavo.  Los muslos del animal penden en posición un tanto difícil e incluso podría decirse que inmoral; el animal no luce como yo lo pensaba, para nada atractivo.  Ellos al ver mi reacción suspiran aliviados.
Procedemos entonces a comernos el pavo, que curiosamente estaba delicioso, realmente sabroso pero eso sí... mal presentado el animalejo.  De todas formas la cena fue un éxito total, lo importante fue la compañía y el amor y de eso sí había mucho y muy bueno.

Moisés

Para mi tío Moisés con cariño
y recordándolo siempre.
Gritos, escucho gritos muy fuertes, un caballo que se aproxima al galope y más gritos.  Siento un poco de temor, desde que leí "A sangre fría" de Truman Capote, siento miedo de las fincas, las casas alejadas de la gente, de la soledad del campo.
Nuevos gritos, ahora sí reconozco la voz, es mi prima que hace unos minutos salió rumbo al colegio y ahora regresa en su caballo gritando.
Ya su mamá salió de la casa y pregunta: que fue lo que pasó?  Mi prima no logra articular palabra, grita de nuevo y no logramos entender nada.  Se le pide, se le exige realmente que se calme y bajándola del caballo le dan un vaso de agua.  Por fin logra decir:  Se murió el tío Moisés.
¿Qué?  Pero si anteayer Domingo lo vimos, estaba bien y contento.  Debe ser una equivocación.
En ese instante llegan unas personas en carro, se apean y preguntan por el tío Eliseo.
Él da vuelta al ganado como todos los días.  Mandan a un peón a buscarlo, mientras tanto relatan que recibieron la noticia y vienen a dárnosla , efectivamente el tío Moisés falleció.
Cuentan que el día anterior por aquello de las campañas de fumigación del gobierno, pasaron los helicópteros sobre él, dejando una nube de fungicida.  En ese instante además de estornudar y de sonarse la nariz no sintió nada extraño.
En la noche, la comida familiar y después un trago antes de dormir.  En ese instante sintió un dolor en el pecho pero no le prestó atención, la gente del campo está curtida y no le presta atención a un dolor a menos que sea realmente terrible.
El tío amaneció mal, intentó ir a trabajar, salió de la casa y se fue recostando lentamente en el camino de tierra, cerró los ojos y expiró.
Su esposa mandó mensajeros a avisar a las familias.  Nosotros fuimos los primeros en recibir la noticia, salimos de la finca en el carro de los portadores de ésta, llegamos a medicina legal y esperamos información.  Por fin como a las 4 de la tarde entregaron el cadaver con autopsia escrita: Infarto fulminante.
Mi tío dejaba además de viuda, una hija de crianza y dos hijos legítimos de 4 y 1 año aproximadamente.
Gente de campo, pocos ingresos, hora poco afortunada para conseguir un vehículo más adecuado...¿Cómo llevar el cadaver en el ataúd a la finca donde residía para ser velado?
Un Jeep era la solución; en el puesto de adelante el conductor, a su lado la tía política y a su lado el tío Eliseo,  terriblemente bebido y llorando a mares, vomitando igual y bebiendo más. En la parte de atrás mis primas, unos amigos de ellos, el ataúd y yo.
Sentía vergüenza, ira y dolor y no sé cuál en mayor magnitud.  El espectáculo era deplorable, mi tío vomitaba más y mejor y tuvimos que parar a recoger la prótesis dental que había arrojado accidentalmente por la ventana.
Sentía dolor por la muerte de mi tío, había sido un hombre muy dulce y siempre amoroso.  Sentía también ira por el espectáculo que daba mi otro tío, yo no estaba ni estaré jamás acostumbrada a algo como lo que vivía en esos momentos y vergüenza por lo mismo, pero; además sentía miedo.  Viajaba a mis pies un muerto, por más que fuera mi tío querido, estaba muerto y estaba ahí a mis pies.  ¡Dios!  Hay cosas que definitivamente una niña no debe pasar y ésta es una de ellas.
Llegamos a la casa del muerto, no su casa, la casa de la finca en la que laboraba.  Ahí estaban su mujer, sus hijos, algunos parientes cercanos, lejanos y amigos.
Depositaron el ataúd en un sitio y nos dispusimos a pasar la noche velándolo.
Una nube de mosquitos nos torturó, no había poder humano que los detuviera, nos picaron las manos, la cara, el cuerpo; aún por encima de la ropa, fue una experiencia difícil, por no decir imposible de olvidar.  Envolví mis piernas con una cobija y aún así, esos animalitos picaban.  Fue tan terrible que estuve sin poder usar calzado por una semana completa.
Después de la noche de tortura y después de soportar hambre , incluso sed y el obvio dolor por la pérdida del tío, fuimos al cementerio.
Nueva sesión de llantos, gritos, lágrimas y mocos, abrazos de mi tío (que me daban algo de repulsión) y el comentario que más recuerdo del entierro: "Es que la niña es muy pinchadita" .....la "niña" era yo.
Aquella tarde mi tío Moisés se quedó allí solo, unas tristes flores fueron lo último que le dieron y las que lo acompañaron esa noche.
Nosotros regresamos a las casas, a la vida, a la realidad y él se quedó allí, en el cementerio y prácticamente olvidado por todos los que lo "amaban" por todos los del "teatro" crudo.  Por todos aquellos que creían en su interior, durante el velorio y entierro, que no podrían continuar sus vidas sin él.
Se quedó solo en el cementerio, lejos de la familia y muy seguramente tuvo miedo y ganas de salir de allí, de regresar a su hogar.  Pero...los muertos se quedan solos.  Allí nadie desea hacerles compañía.
Pasó el tiempo, me casé, me embaracé y en muy pocas oportunidades recordé a mi tío.  Una cosa sí es segura; siempre lo recordé y lo recuerdo con mucho cariño en el corazón y con la calidez que surge no sé de donde, quizá de los recuerdos de la infancia.  De los billetes que "hacía" mágicamente para que nosotros compráramos dulces, de los artificios de los que se valía para hacernos reír y correr.
Ahora estoy embarazada y en casa de mi madre, mi esposo está de viaje y mamá también, yo cuido de la casa y de mis hermanos como siempre hice.
Llega la viuda de mi tío con la niña menor de ellos, ya tiene unos 7 u 8 años, la madre dice que la niña desea quedarse en casa con nosotros esa noche.  No sé cual es la causa pero tampoco la pregunto y no hay problema.
Esa noche la acuesto en una cama en un cuarto cerca del mío, al lado de la cama en la que duerme la niña están las escaleras; no sé a que hora llegó a decirme:  "Prima, en las escalas hay un señor barbado que me mira y tengo miedo".  Le digo que no se preocupe, la abrazo y la meto en mi cama al rincón.  Inmediatamente siento la presencia del señor barbado a mi espalda, siento un miedo terrible y me cobijo hasta la cabeza, rezo, oro, digo todas las oraciones que me sé, hasta que me duermo o pierdo el conocimiento por falta de oxigeno.
Llega mi mamá al otro día, le cuento la situación, suma, hace cuentas, mira el almanaque y descubre muy a mi pesar y con mucho dolor de su parte, que su hermano, mi tío, el padre de la niña estaba cumpliendo alguno de los tantos aniversarios olvidados desde su fallecimiento.
Es triste pensar que tuviera que venir él mismo a recordarnos que se marchó para siempre, que en su tumba dijimos que no entendíamos si podríamos seguir viviendo sin él, a recordarnos que hizo parte de nuestras vidas, que nos regaló sonrisas y cariño, a recordarnos que "hizo" billetes para que riéramos y compráramos dulces y que nos divirtió con su magia y su cariño, a recordarnos que estuvo con nosotros en momentos buenos y malos de nuestras vidas.
Es triste que los muertos se queden solos en los cementerios y que solo les dejemos unas tristes flores como compañía.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Volando.

Y sí, ayer se fue al cielo.  Se cansó de luchar.  Se durmió y partió dormida hacia el infinito, voló libre, abandonó su cuerpo adolorido y partió hacia los brazos de Dios y ahora esta allí con Él, tratando de reconfortar a los que se quedaron sin ella, sufriendo su ausencia.
Ahora ella está feliz, el dolor se alejó, la imposibilidad de valerse por si misma también y descansa.  Mientras Dios padre la acuna en sus brazos amorosamente.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Mis flores hoy.


Amor anónimo.


Pasaba siempre a su lado
y ni un suspiro logró
solo su aroma aspiró
sabiéndola más lejana
Él era gris, transparente
Ella tal vitalidad
que jamás podría esperar
que en él posara sus ojos.
Un día se le acercó
puso sus manos en ella
su vestido inmaculado
de grasa y tizne cubrió
y con ésto consiguió
ir a parar a la cárcel
donde recuerda su aroma
y sus gritos a granel.
Total, su amor crece y crece.
Al salir la buscará
y con ella vivirá un amor
de primavera ya que a flores olerá.
Cada Lunes muy cumplido
de aromas se cubrirá
para alagar a su amada
por todita la semana.

Bufón


Dibujo:  Ricardo Gabelo Jr.

Soledades


Fotografía de Ricardo Gabelo Jr.

Volar


Volar y muy lejos llegar
para así escapar
de esta realidad.
Laura G.

Por qué será


Por qué será que cuando quiero llorar no lloro.
Por qué será que por hacer bonito hago feo.
Por qué será que cuando el día amanece hermoso llega alguién que me lo daña.
Por qué será que cuando quiero, Él no me quiere.
Por qué será que el cielo está azul pero yo lo veo gris y viceversa.
Por qué será que nunca es suficiente.
Por qué será que nos sentimos tan solos en medio de tanta gente.
Por qué será que se comete una y otra vez la misma tontería.
Por qué será que nadie aprende en cabeza ajena.
Por qué será que cuando debería guardar silencio no lo hago.
Por qué será que siento complejo de cupabilidad aún cuando no tenga culpa alguna.
Por qué será que si mis hijos salen siento temor por la maldad de la gente.
Por qué será que no puedo hacer nada para cambiar lo que tiene que pasar.
Por qué será que de todas formas siempre lo intento.
Por qué será que me sudan las manos y siento palpitaciones si tomo más de dos tazas de café.
Por qué será que mis paticas son tan delicadas que aún con medias me lastimo al caminar.
Por qué será que de todas formas adoro caminar, sentir el calor del sol y el viento en mi cara.
Por qué será que me siento terrible si tengo las manos sin arreglar.
Por qué será que busco la mejor ropa interior para ir al doctor aún cuando se que nunca la mirara.
Por qué será que llegan personas a tu vida, te acompañan un tiempo y parten indefectiblemente.
Por qué será que la muerte no mira edad, ni sexo ni condición social.
Por qué será que siento sed diferente.
Por que será que hay días que ni yo misma logro entenderme.
Por qué será que sin motivo alguno me siento tan triste a veces.
Y... Hay tantos más por qué será que ni yo misma sé por qué será.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Medellín, eterna primavera.


Calavera


Para la más calavera
de todas las calaveras.
Mi querida negra...
Osiris.
En una noche oscura
como oscura esta mi alma
caminaba yo con calma
por un cementerio atroz
más atroz fue mi dolor
al escuchar a mi lado
que una calavera hablaba
y de mí cosas contaba
como cosa sucedida
ese día, día a día.
...
Decía la parca indigna
que muy pronto moríria
pero yo no me reía
de tamañas tonterías
cómo podía ella saber
que esas cosas pasarían
si no hablaba con Jesús
ni con sus doce apóstoles
mucho menos con María
o todas sus santas huestes.
...
Calavera mentirosa
calavera despiadada
Yo escuchaba y escuchaba
Mientras ella repetía
que mi muerte no sería
para nada cosa fácil
ya que debía muchos males
y que otros me maldecían
Pobre, pobre ella decía
Y quedito se reía.
...
No sabía que decir
y tampoco que pensar
me senté allí a llorar
y a muchos maldecir
Preguntaba los motivos
por los cuales me odiaban
pero no hallaba ninguno
sólo podía sospechar
que no era yo manjar
para gustarles a todos.
...
Después de algunos momentos
la calavera maldita
se reía de mis cuitas
y lloraba de alegría
su quijada se mecía
y creí se rompería
pues los grandes alaridos
no paraban ni un segundo
era broma amiga mía
la calavera decía.
...
No podía yo creerlo
que calavera malvada
al verme que caminaba
por entre aquellas tumbas
decidió jugarme sucio
y hablar como para si
para que yo la escuchara
que mi muerte se acercaba
para ponerme a sufrir
a gritar y maldecir.
...
Lo lograste calavera
carraca inmunda y perversa
sólo debes recordar
que reír primero es malo
ya que yo reíre luego
y más que tu y que cualquiera
pues te veré hacerte polvo
y no reír nunca más
de mí ni de nadie más
desgraciada calavera.

Un cuento para cuento.


Ayer fuimos a Envigado, cuando regresábamos, dijo mi consorte que si lo acompañaba a "despinchar" el carro que llevaba días molestando de llantas, si no era una, era la otra e incluso una vez tuvimos que tomar taxi porque no pudimos cambiar la llanta tan rápido como necesitabamos llegar.
Bueno, lo cierto del caso es que serían las 6 de la tarde cuando estabamos en el taller esperando que nos atendieran, yo intentaba leer un periódico viejo mientras mi esposo caminaba por el sitio hablando por teléfono.
De pronto me llama desde unos 6 o 7 metros.
- Patullllll.
Desde el carro con mi periódico respondo.
- Dimeeeeeeeee.
- Ven rápidoooooooo.
Salgo del carro pensando en mi interior que no pueden ver a un bobo acomodado.  (boba en este caso).
Me señala al cielo y veo allá a lo lejos un avión.  No, no es un avión pero puede ser una cometa, un papalote.  Miro un poco más, y más abajo a la derecha hay otras dos.
Las miramos con detenimiento y vemos que no se mueven.  Flotan allí quietas.
Cómo pasa siempre que un par de bobos miran al cielo, llegan más personas preguntando qué observamos.
- Miren allá arriba.  ¿Qué ven?
- ¡Un ovni!
- Jajajajajaj, múltiples jajajajajaja y más jajajajajaja.
Pero... Continuamos mirando.
Al cabo de un rato notamos que dos de esas cosas ya no estan, observábamos tanto y tan bien que no vimos qué pasó con ellas.  Pero... la otra, la más cercana y más grandecita estaba allí quieta.
Todos se alejan, los mecánicos, otro señor que reparaba su auto y tomaba una cerveza y mi marido.
Yo sigo ahí observando y de pronto empieza a ascender el objeto.
- Ricardooooooooooooooo.
- Ricardooooooooooooooooooo, venga ¡carajo!
Él llega corriendo, los mecánicos detrás de Él, y el de la cerveza.
Y, observamos todos como el "avión", la "cometa" o el "ovni" sube derecho al cielo, arriba, arriba hasta perderse en la inmensidad del espacio, dejando una pequeña brecha entre las nubes que había.
Que emoción Dios mío.
- Por fin ví un ovni.
Llamo a mi hermana y muerta de risa me responde:
- Si gordita, yo le creo.  Gracias por contarme todo.
Llamo a mi hijo y me responde:
- Aaaaaaaaahh, sí claro. 
(Le corto la llamada y pienso que uno no puede gastar pólvora en gallinazos)
Llamo a mi muñeca y ella me dice:
- Hmmmmmm, pudo ser cualquier cosa mami.
Yo no se que ví.  No podría jurarlo, pero me encanta pensar que fue un ovni y que los extraterrestres desde allí nos miraban.
Tomé fotos con mi celular, pero por la distancia y por ser celular y no cámara fotográfica pues no se vé lo que nosotros vimos.  Pero...
¿Ustedes me creen cierto?
¿No piensan que estoy loca, verdad?

viernes, 25 de septiembre de 2009

No tiene nombre



Para:  M.C
Que esos buenos momentos que pasamos no hayan sido en vano pero no quiero más sufrir por ti.
Laura G.

Mis pasos


Camino silenciosamente pensando en el presente,
en el futuro y en lo antecedente.
Camino mirando al frente...
mirando, observando el mundo
maravilloso que Dios nos regaló.
Veo cosas magníficas, montañas majestuosas,
minúsculas florecillas.
Camino y pienso o pienso y camino.
El sol brilla en el ocaso y yo acaso pienso, siento.
Siento el calor del sol y el aire fresco,
siento las miradas de las gentes que pasan
y sienten mis miradas silentes.
Escucho risas y frases a medio construir,
conversaciones inconclusas.
Veo rostros de niños, veo aves construir sus nidos.
Veo gente que camina de prisa con el afán de llegar
y gente que camina despacio, porque disfruta o teme.
Y me veo a mi misma caminar.
Caminar y pensar y pasar.

Lo que vi ayer


jueves, 24 de septiembre de 2009

Momentos

Sucesión de momentos
es la vida:  Momentos...
Buenos, regulares y malos.
Los buenos nos hacen sentir
que vivir vale la pena,
los regulares nos hacen
aspirar a tiempos mejores
y los malos...
De los malos momentos
aprendemos a valorar
los regulares y a magnificar
los mejores.
Momentos, tan solo eso es la vida.
Una sucesión interminable
de momentos, de vivencias.
Momentos para ser felices
a pesar de los infortunios,
de las pérdidas, de los dolores.
Momentos para acompañar,
para acariciar, para besar.
Momentos para amar.
Momentos para hacer un llamado
de atención, para pedir auxilio,
y compañía, y abrazos.
Momentos para dar y recibir.
Y ya al final, en mis últimos momentos
espero no tener remordimientos
de ninguna especie...
Ni por lo que hice y menos
por lo que dejé de hacer.
Y partir con una sonrisa eterna.
Hacia el momento eterno.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mi oración

Señor te pido que nos ampares y protejas de todo mal y peligro.  Te pido que la tranquilidad nos acompañe, que los dolores se suavicen, que las lágrimas no broten a granel.  Te pido que las penas sean pocas y pesen menos.  Señor te pido; salud, alegría, amor.
Te pido que la esperanza no tenga fin, y que la realidad sea bella, fuerte.  Que una luz poderosa cubra nuestras casas con amor, bendiciones y salud a borbotones.
Para todos nosotros pido Mucha salud, mucho bienestar material y espiritual y mucho, muchisimo amor.
Y todo esto lo pido en armonía para todo el mundo, bajo la gracia divina y de manera perfecta.
Gracias Padre que ya me oíste. 
Amén.

martes, 22 de septiembre de 2009

Miradas sensitivas


Acariciar tus manos, pocas veces lo hago.  Ellas, que siempre son protagonistas en el arte del amor, son las menos atendidas.  Tan acostumbradas a dar todo en una caricia y conformarse con sentir el calor que ellas mismas provocan en mi piel.
Permíteme prestarles la debida atención.  Déjame palparlas, agradecerles su dedicación y afecto hacía mí, mi cuerpo y mi alma se han reconfortado con su presencia, no merecen menos que ser enaltecidas con un beso.
Un beso, un beso y una mirada discreta y fugaz hacia tus ojos.  Tus ojos son el escaparate de tus emociones.  Dime con tus ojos lo que sientes, muestrame tus reacciones ante un beso, un beso en tus manos.
Miradas, caricias, manos y ojos, incluso las risas son el preámbulo de lo que viene.  Observar lo que se siente, sentir lo que se ve.  Es el deseo de complacer, las ganas de regresar a tus manos lo tanto que me han dado.
Artemio Estrella.

Atardecer en Manizales


Te amo

A Laura mi media naranja.
Beso sobre beso
tu piel encarna la belleza
tu piel pide mil caricias
suave sobre suave
tu cuerpo para amar
tu alma para sentir
tierna sobre bella
¿Cómo no desearte?
Son tiempos para sentirnos
cuando tu y yo estamos a solas
y el tiempo no existe
ni existe el final
solo nos miramos
para besarnos y amarnos
sin que el mundo se mueva
envidioso de nuestro placer.
Gustavo Falzone

sábado, 19 de septiembre de 2009

Mimosa peligrosa.

Mimosa y peligrosa.
Como gata me siento,
me dejo acariciar, rascar el lomo
y ronroneo feliz, y yo maúllo
Cuando así lo deseo, juego y te correteo
me dejo perseguir y me escabullo.
Sin razón o con ella saco las uñas
las preparo, las afilo y te aniquilo.
Me acicalo, me lamo lentamente.
Me miro y me doy cuenta que soy bella,
y seductora también cuando deseo.
Me adoras si eso quiero,
y me hago desear si lo prefiero.
Soy gatica mimosa y tierna
Pero tengo mis garras y las uso.
No me provoques, no me ignores.
No pidas más de mí si no deseo.
Doy lo que quiero, y cuando así lo quiero.
Soy gata independiente,
voraz, madura y tomo lo que quiero,
y solo por que sí.  Porque así yo lo deseo.

martes, 15 de septiembre de 2009

Like me

(Como yo)
Champaña burbujeante
soy yo.
Al beberme te embriago,
te deleito.
Y te causo adicción.
Penetro en ti chispeante,
cosquilleante.
Me bebes, me posees,
y más quieres.

Tu boca...

Tu boca...
Apasionada, dulce... y loca.
Tus labios...
Fruta madura, jugosa, perfumada.
Tus dientes...
Perlas del mar profundo cultivadas.
Tu lengua...
Suavidad que calma esta sed.
Tu boca...
Cavidad tierna, dulce, delicada
que me insita.
A unir mis labios a los tuyos,
en un largo, tibio y apasionado
beso de amor.
Tus besos...
Los que me enloquecen y me llenan de pasión.
Los que me hacen sentir que por uno solo,
Se puede vivir.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Tu, mi geografía.

Tus montañas, tus lagos, tus mares
territorios que exploro con voracidad.
Tus selvas vírgenes, tus valles, tus golfos,
lugares que yo con deleite recorro, sin poder parar.
Tus penínsulas y volcanes nevados
los estudio y transito incansable y
el tesoro que ocultas, lo encuentro
y yo lo disfruto hasta la saciedad.
En tu geografía hay lugares inhóspitos
y otros que son cálidos y suaves también
y que me reciben con ánimo alegre. 
Y el deleite es mutuo y plácidos nos ven.
Hay otros lugares que explosivamente,
nos llevan al borde, al límite aquel
que es casí locura, y que incluso duele
pero no lo cambio por nada al final.
Quiero recorrerte del norte al sur,
suave, lentamente y sin ningún pudor.
Quiero poseerte y ser siempre yo,
tu descubridora, tu libertadora,
y también la única que sea que te explora.
Quiero ser quien trace mapas y caminos
y que solamente yo transite allí,
y ser quién conozca todos tus rincones,
y ser yo quien goce todos los tesoros
que ocultas allí, todos uno a uno,
solo para mi.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Lo que ví hoy...

Gracias.

Por mis hermanos y mi infancia feliz.
Por mi hermanita preferida, la única además.
Por mis padres que me hicieron así;
tal como soy... Bella.
(Por dentro y por fuera, pero más por dentro)
Por mi esposo y por haberme dado
tantos años de su compañia, amor y amistad.
Por mis hijos sanos y hermosos.
Por mis amigas, que no son solo amigas,
sino hermanas, las hermanitas que elegí
para acompañarnos mutuamente por la vida.
Las que me acompañan a reír o a llorar,
las que escuchan mis cuitas.
Gracias, por el aire, las flores, por el sol,
por las mañanas y los atardeceres,
por el mar y por las montañas verdes,
por la playa y por el pasto húmedo diamantino.
Por mi casa, mi hogar por mis mascotas.
Gracias por lo que veo y acaricio a diario,
por mis pensamientos pensantes,
por mis miradas distantes
y mis sueños constantes.
Gracias te doy por tantas alegrías
y tan pocos dolores.
Gracias, gracias, humildemente.
GRACIAS.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Mis gafas

Y perdí mis gafas
no sé donde están.
Mis gafas, mis gafas:
¿Aparecerán?
Cómo la niñita
de las ovejitas
yo también lo digo:
"Pobres mis gafitas"
Ellas no acostumbran
a estar solitas.
¿Y si aparecen
ya sin sus paticas?
¿Quién con cola
e hilo las remendará?
¿Quién con gran cariño
las devolverá?
Pobres mis gafitas
ay pobres chiquitas
temerosas deben
andar por ahí.
Y yo mientras tanto
sin poder salir...

Mirando

Ella tiene la mirada larga,
la mirada larga del que espera.
Del que espera y sabe que puede esperar más.
Mucho más y aún más.
Del que se sienta a orillas del mar,
y su mirada se confunde con él, en el horizonte,
allá lejos, bien lejos se abrazan y esperan.
Del que llega a la cima de la montaña,
y mira, y su mirada se mezcla en lontananza y espera.
Ella tiene la mirada larga, triste y larga.
La mirada del que sabe que espera
y esperará aún más.
De aquel que sabe que la vida es larga,
y que más larga puede ser la espera,
del que sabe que incluso la vida puede no alcazarle;
pero aún así, tiene fe y espera.
Y seguirá esperando por los siglos de los siglos,
con el convencimiento absoluto de que la espera;
algún día, en esta o en otra vida dará frutos
y por fin dejará de esperar lo esperado,
pues ese día al fin; lo habrá alcanzado.

martes, 8 de septiembre de 2009

No quiero ser yo.

La madre que vea partir a uno de mis hijos,
que lo vea volar libre al cielo, libre incluso de mi.
No quiero ser yo la que se quede llorando
una ausencia irremediable, inconfesable.
No quiero decir, vete tranquilo o tranquila
no hay problema, descansa,
porque aquí, en mi egoísta corazón, si hay problema.
No quiero quedarme llorando llantos,
pensando que pude ser mejor y no lo fui
soñando que habría podido dar mas felicidad,
mas besos y mas abrazos y no los di.
No quiero ser yo la que se quede aquí
extrañando su presencia, sintiéndolos aun en mi,
recordando sus ojos, sus sonrisas, sus juegos,
sus carcajadas e incluso sus primeras lágrimas de amor.
No quiero recordar las malas notas y pensar
que no valió la pena pelear por ellas.
No quiero ser yo, la que en la distancia sienta
que pude ser mejor y no lo fui, aun sabiendo que di todo,
y espere siempre muy poco. En realidad espere mucho,
pues esperé verlos crecer y ser felices,
esperé verlos amar y ser amados.
Esperé y seguiré esperando siempre lo mejor
para ellos, ya que egoístamente lo mejor para ellos
también es lo mejor para mi,
y para mi egoísta corazón de madre.


lunes, 7 de septiembre de 2009

Criticar es sencillo

Criticar es sencillo
decía el grillo
Proponía soluciones
y muchas sinrazones.
Un día ya cansado
el grillo enmudeció
y todos preguntaron
¿Qué pasó, se fugó?
El guardaba silencio
se negaba a cantar
pero su alma lloraba
por tanta soledad.
Un día el grillito
de tristeza murió
y ahí si con gran presteza
el pueblo lo entendió.
¡Tanta falta que hace!
¡Lo lindo que cantaba!
ya era tarde, no hablaba,
no reía, no lloraba.
Aprovechar, yo quiero
lo que me ofrece ahora
La vida es un suspiro,
la vida es ahora.

Aquellas cosas que no me gustan

 Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...