lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz año 2013


El año está llegando a su fin
nos trajo muchas cosas
se llevo de nuevo consigo algunas de ellas
pero nos dejó otras como;
muchas ganas de vivir, de soñar y de ser felices.
Feliz año queridos amigos.
Gracias por hacer parte de esta mi vida cotidiana
pero no del todo real.
Besos y abrazos 
y por supuesto...
Feliz año 2013.

Y más sobre el hada niña


El Hada Joven Estremecida como estaba la fugitiva decidió dejar el pasado en el olvido pero no sin antes dar su merecido a quienes quisieron arruinar su corta vida. Contando con la anuencia del Gran Consejo -que, para probarla en todo consentía- avizoró su plan detallado y maquiavélico secando la cosecha de aquel par de viejos y dejándolos hambrientos y famélicos olvidando que con ella fueron buenos un día. Para el ratón presumido el fin fue avieso: por pretender a una hermosura como ella desposar una muerte feroz debió con agonía afrontar y fue encontrado en su granero seco y tieso. Emocionada por los males que causaba el hada joven no reparó en lo que sucedía que mientras más maldad con su varita usaba en un insecto feo y oscuro ella se convertía. Marrón y muy pilosa, y con largas antenas se tornó en cucaracha quien fuera un hada hermosa porque no supo mantenerse siendo una niña buena y se ensañó con maldad dañando muchas cosas. Y así acaba la historia de una hadita niña que pudo reinar por campos, valles y viñas pero que en un giro de maldad y venganza perdió sus virtudes, su bondad y templanza. 
B. Osiris B

sábado, 29 de diciembre de 2012

Dos ramos de rosas... dos



Hoy el consorte me regaló
dos hermosos ramos de rosas
Dos

Rapunzel final cinco


Al anochecer del tercer mes, Rapunzel tomó una decisión que cambiaría su vida. Se durmió contenta, soñando en sus planes lejos de tanto hastío. 

Al amanecer, ya cansada de esperar, recogió sus cosas en un atado y lo sujetó a su cintura. Tomó la única cortina de seda del recinto y, extendiendo sus brazos cual águila que planea por los aires, se dejó llevar por la fría brisa matinal (con el tiempo se sabría que, después de Ícaro, era considerada la pionera de los vuelos artesanales en parapente). Contempló paisajes que nunca había imaginado y voló muy lejos, tanto, que aún hoy no atina a recordar cuántos reinos sobrevoló en su huída. Ya cayendo la tarde, sus brazos ya no soportaban más y fue cediendo mientras caía en una suave picada que más bien la hacía parecer una pluma. 
En tierra, alguien la miraba con ojos de asombro , arrobada ante el brillo que los rayos del sol del ocaso le imponían a aquella cabellera… Ella, Pocahontas, dejó de llorar por la partida de su querido capitán y se entregó a la contemplación de aquella especie de ángel que caía frente a sus ojos. Corrió desesperadamente al verla caer al agua, nadó como nunca en busca de su ángel y la llevó a la orilla. Al ver que no respiraba, sollozó por unos momentos y luego, determinada a quedarse con aquel envío del Dios Sol, intentó compartir un soplo de vida con ella. En la confusión, el recuerdo del príncipe, del capitán, los deseos dormidos, la admiración por la divinidad y el agradecimiento por la vida recobrada se fundieron en un beso único y prolongado que selló la unión de estas dos princesas que vivieron felices por siempre a orillas del mar, entre conchas, arena y chapuzones a la luz de la luna."
B. Osiris B.

El hada niña


El par de labradores, hombre y mujer o viceversa 
cultivan coles en el solar mientras conversan
entre una col particularmente hermosa y fresca
ven una niña muy pizpireta y algo coqueta
Ellos dispuestos la adoptan prestos
la ven crecer y hacerse bella
pero un ratón al verla hermosa
decide pronto hacerla su esposa
la niña huye, corre, se aleja muy pavorosa
y cruza el río muy reclinada sobre una hoja
al otro lado por fin descubre su condición
ella es un hada y la reciben cual bendición.



Rapunzel final cuatro

Viendo que había llegado la hora de actuar, el príncipe trajo a sus mejores hombres y les hizo construir una escalera sólida y estable. Rapunzel, sorprendida y más enamorada que nunca, bajó por ella hasta los brazos de su amado.
Juntos construyeron el más grande emporio de escaleras, puentes y sistemas de andamiaje que jamás se haya visto. ¡Ah!, y una franquicia de pelucas de cabello natural, pues a Rapunzel no dejó de crecerle el cabello. ¡Y vivieron ricos y felices por siempre!
B. Osiris B.

Rapunzel (Final tres)




El príncipe trepó, como pudo, los muros de la torre. Al llegar arriba, los amantes se abrazaron y besaron con pasión por varias horas. Hasta que les dio hambre. Lo primero fue un ataque de pánico. Luego las peleas para dividir las pocas raciones de alimento que les quedaban. Después, la desconfianza de asomarse a la ventana (¡quién sabe si me empuja!, pensaba cada uno). Hasta que, agotadas las reservas de alimentos, también se acabaron las energías para pelear. Avizorando su final, se abrazaron tiernamente con las pocas fuerzas que les quedaban. 
B. Osiris B.

Rapunzel (Final dos)


Cansada de esperar por el príncipe (quien resultó ser un dechado de pereza y no se atrevió a cargar con la escalera), Rapunzel dejó crecer su cabello nuevamente y lo volvió a cortar pero, esta vez fue más inteligente: se tejió una liana por la que escapó y huyó allende los mares. 

Hoy es una princesa liberal, sin ataduras emocionales, cuenta con una peluquera personal que evita que el cabello crezca en exceso, se hizo la queratina para quitar las ondas que le dejara la crineja a la que estaba habituada y vive feliz, pasando una consulta de orientación y terapia de autoayuda para princesas, brujas y hermanastras abandonadas.
¿Y el príncipe? Sigue soltero, rondando las torres del reino, a ver si cae de ellas alguna cabellera incauta.
B. Osiris B.

Rapunzel ... El primer final

¡A que no adivinas quién es! Rapunzel 
(final 1) Luego del arranque de Rapunzel, afligido, el príncipe se echó a llorar al pie de un arce junto al cual reposaba la larga cabellera. Lloró desconsoladamente, sus lágrimas bañaron una y otra vez aquel hermoso y casi femenino rostro hasta que, agotado de tanto sollozar, se durmió envolviendo su cara con el dorado recuerdo de su amor ahora roto. Pasaba por ahí otro príncipe, también muy apuesto y un poco corto de vista, que buscaba a una princesa condenada a dormir por siempre y, al ver a nuestro príncipe, ocurrió que –confundido por la blonda cabellera que rodeaba su cara- lo creyó la princesa de sus anhelos e inspirado por la emoción del momento le dio el más profundo y apasionado beso que hombre alguno haya dado. Lo que al principio fue una sorpresa para ambos, se convirtió en una historia con final feliz: aliviados de tanta carga y de fingirse unos aguerridos luchadores, decidieron huir y vivir los dos, felices por siempre.
B. Osiris B.

Rapunzel


La llamó desde el pie de la torre
y Ella; harta ya de que fuera a visitarla
en las noches y al amanecer partiera
dejándola en la torre
a merced de la bruja.
en un arrebato de inspiración 
-o ira-
cortó con tijera su hermosa trenza rubia
y la arrojó al amante desde el balcón.
¡Y pensó!
A ver si por fin un día al bello príncipe "enamorado"
se le ocurre traer una escalera
para por fin poder ella escapar
y dejar de ser la prisionera
de la bruja cruel y despiadada
y también porque no decirlo
del príncipe encantado.

Universo


El sol
el cielo
las nubes
la tierra
las plantas
los animales
tu
yo
Nosotros
solo nosotros

jueves, 27 de diciembre de 2012

¿La bella durmiente y el gato con botas?


¿La bella durmiente y el gato con botas?

Un final poco feliz y muy rostizado
Enterado como estaba de la historia de los dos amantes durmientes, y sediento de nuevas aventuras, se decidió a emprender viaje en busca de la fama y fortuna que tiempo atrás lo había abandonado. Vistió sus mejores galas, calzó sus relucientes botas y se terció espada y botija de agua, que eran parte de la estrategia ya ideada en su mente felina y sagaz.

En el recorrido por los campos, evocó sus aventuras con el falso Marqués de Carabás, el ogro y otros tantos personajes del cuento que hoy decidía abandonar. El Gato con Botas emigraba con gran decisión. Recorrió el camino enfrentando nuevos peligros y sin dejar de tomar a sorbos el agua de tinaja que había cuidado de llevar en su botija. ¡Era parte esencial del plan!

Al llegar, se abrió paso entre la multitud que se aglomeraba para ver al forastero felino que calzaba botas mágicas. Entró, confiado y sonriente, al recinto donde yacía la durmiente pareja y, en un abrir y cerrar de ojos, vació con mucho tino su contenido vesical en las reales faces de los durmientes enamorados. Despertaron sorprendidos por el tibio y fétido baño. De pronto se cerraron las cortinas de la alcoba principesca y la multitud, silente y atenta ya para ese momento, sólo alzanzó a oír un maullido ahogado y una espada caer. Luego un olor a carne asada invadió los espacios de palacio. Y ya nunca se supo qué había sido del dueño de aquellas botas que ahora colgaban en el portal del jardín principal de palacio, mezcla de tributo y advertencia. Y fueron todos felices por siempre (menos uno)…
B. Osiris B.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz navidad

Que la vida nos siga sonriendo
y Dios continúe bendiciéndonos.

Los bellos durmientes


Habían pasado cien años.  
La bella durmiente dormía apaciblemente   
El príncipe encantado y encantador
subió a la torre, la observó dormida
le dio un beso de amor
y al instante se quedó dormido.
¿Y ahora quién romperá este hechizo?


domingo, 23 de diciembre de 2012

Por fin estamos reunidos


Para estas Navidades
ya enviamos la invitación
para prender el rumbón
sin que aquí nos falte nadie.

Y, ya llegado el momento,
puestos están los adornos,
el pernil ya está en el horno
y no faltan bastimentos
el brindis ya se ha montado
en la mesa principal
y hasta pudimos adornar
el “set” con un Nacimiento:
con José, Virgen y Niño
y también con los jumentos
¡listo, con todo cariño!

Por fin estamos reunidos
muy felices y contentos:
no paramos de hablar
presentamos las familias
¡ha empezado la vigilia
y abrazos vienen y van!
entre besos, unos tragos
y pasabocas de azafrán.

Ya bien entrada la hora
Artemio, con su señora,
sonríen mientras observan
y se deciden a intimar.
Cefe y Elvia, muy felices,
comparten besos y abrazos,
no paran de platicar
¡ni de entregarse arrumacos!

Daniel bravo nos presenta
su familia sin igual:
vienen todos a gozar
y compartir nuestra cena.
Doña Hilda Camarena
anda en el grupo contenta
y a veces se desconcierta
porque la fiesta está buena.

Claudia Curiel, con sus niñas,
reparte cuentos, abrazos,
y sonrisas sin igual
y nos lleva a los placeres
de atrevernos a soñar.
Daniel U., con sus mujeres,
ha llegado ya al lugar
y nos quiso ofrendar
con unas ricas conservas
que traen en sus manitas
las damas que lo acompañan
de blanco y muy compuesticas,
y que con sonrisas bañan
a todos y, algo nerviosas,
no saben a quien mirar.

Doris Guzmán y sus niñas
apapachan con soltura
a toditos por igual;
y, derrochando ternura,
Evita, muy calladita,
recibe con mucho asombro
el cariño que le dan.

Franklin reparte sombreros
y canta sus vallenatos
nos regala un muy buen rato
y hace a todas suspirar.
Walter, el querido Fraile,
con sus trovas y canciones
ameniza nuestro baile
y alegra los corazones.
Con este par de galanes
se arma el contrapunteo
¡y –entre versos y refranes-
se pone bueno el jaleo!

Para a todos encantar,
Gilda, reparte galletas
con sus dos tiernos secuaces
que, entre saltos y piruetas,
y su alegría infantil
nos brindan sonrisas mil
y también uno que otro grito
de júbilo navideño
que los dos caballeritos
nos dicen con mucha clase.

Juan José nos va mirando,
-entre el susto y la sorpresa-
sentadito, ante una mesa,
se va fijando, también,
en que somos igualitos
a lo que él se figuró
al leer nuestros mensajes:
unos cuerdos, otros locos,
ruidosos y taciturnos
van agotando su turno
con risa y con alborozo.
Gustavo, con sus hijitos,
y con Toy, su perro fiel,
nos deja saber de él
relatando sus vivencias
con tesón y complacencia.
Mientras, con mucha paciencia,
-y también con gran cordura-
Juanma con su Mariluz
(apoyado en su muleta)
va con su aire andaluz
mientras recorre la fiesta:
a todos mira y aprecia,
sonriendo con picardía
al darle fisonomías
a las risas y locuras
que compartió cada día
con toda esta hermosa gente.

Ya se obnubila la mente
por el trago y la bailada
y aparece, muy trajeada,
para todos María del Carmen
-nuestra Marucha-
y a lo lejos ya se escuchan
los piropos que levanta.
Ella se aclara la garganta
y suelta un “muy buenas noches”
haciendo todo un derroche
de buen gusto y elegancia.

Jorje Jr. hace gala
de su condición de poeta,
en portugués declamando
versos gráciles y hermosos
que en el silencio de la sala
resuenan como eco brioso
que al amor le pone alas
y deja a todos flotando
con su versos que bien riman.

Veo que aún no se animan
José Lazo (y sus damitas)
pues el contacto perdido
la timidez no le quita
así que asiente calmado
cuando alguien, a su lado,
un trago o pastel le invita.

Al fondo de la alquería
donde se acordó la juerga
nos mira, desde una verja,
muy atenta Juana Lucía
con una mirada que abraza
y una risa que no evita
cuando en su mente repasa
las locuras compartidas.

Como buena actriz que es
Laura Salazar, cual diva,
de su presencia no priva
a nadie en la concurrencia:
regalando sus vivencias
y una que otra sonrisita
le regala una visita
a cada grupo de gente,
amenizando el ambiente
con historias divertidas.

Cuentos sin fin nos regalan
Laura Huitrón (y sucesores)
regando los alrededores
con sus caricias e historias
que nos llevan a la gloria
de sentirnos como niños
para gozar su cariño
y narraciones hermosas.

Lupita, con sus gaticos,
(que ya juegan con Gustavo)
nos narra cuentos “corticos”
que vuelan, cual mariposas,
de su mente a todos lado;
cierra regalando rosas,
dádivas de su jardín
en blanco y también carmín
y a todos deja encantados.

Alguien ríe a carcajadas
espantando a las palomas
¡Oh, por Dios, si aquí se asoma
Osiris que entra en volandas,
muy contenta y animada
regando versos y rimas
alebrestando el guateque
y esto ya no hay quien lo aquiete
¡qué va, más bien todos se arriman!;
con ella, llega Yolanda,
mi “Nanita” tan querida
que se une a la parranda
con Antoni, su consorte,
¡me emociono y, cual resorte,
saltando feliz ya voy,
les abrazo, emocionada,
y un beso también les doy!

Un silencio majestuoso
de pronto inunda el salón:
se ilumina, en un rincón,
una pequeña tarima
la concurrencia se anima
mirando subir a Sandy
que viene con su minino
-con su Patricio- en un brazo
y en el otro trae un cazo
con sus dos-poemas-dos
que con cuidado enrrolló
semejando pergaminos;
los entrega, cual regalos
y desde ése, su escenario
nos regala una lectura
de versos ya milenarios
que lee con mucha frescura.

Montse goza y nos entona
con un ritmo delicado
versos que ha recopilado
y que adornan su garganta
cantándolos con ternura;
nos da abrazos y nos mira
mientras sonríe de contento;
su voz es todo un portento,
todo el mundo lo ha notado
y yo también he disfrutado
con tanta musa y talento.

Daniel Olarte y Paloma,
caminan por el garage
conversando de sus viajes
por allá, por Argentina.
Al sentarse en una esquina,
la conversa sigue amena;
se unen Suzana y Rogelio
y Gabriela, muy sonriente,
a Marite con su adorado
tormento los ha invitado
y ya no paran de hablar,
de chistes buenos y malos.

A esta hora ya la fiesta
se siente muy animada
porque hasta han dado la cara
otros lectores que estaban
rondando el anonimato:
con sus historias de aves,
viajes, amoríos y naves
viene la diversidad
que nos gusta disfrutar
y se hace divino el rato.

Eli y Manu con sus nenas
reparten besos y abrazos
y sonriendo muy contentos
narran historias amenas

También yo, con el consorte,
estoy aquí, de anfitriona,
con mis dientes bien pelados
gozando de buena gana
e irradiando mi alegría,
con gusto, por todos lados…
…¡esto es lo que yo quería:
reunirlos y abrazarlos,
con mis manitas tocarlos
y disfrutar de sus voces
y su grata compañía
para ya nunca olvidarlos!

Esta noche no he parado
de dar abrazos (¡por fin!)
a esta familia lejana
a quien todas las mañanas
saludo y doy alegría
con quien vivo el día a día
en un entorno virtual
y me han sabido regalar
sonrisas y compañía.
¡Hay brindis por todos lados,
todos ríen sin parar
y el consorte está animado,
abrazos, besos y risas
adornan esta linda noche
que quiero cerrar con broche
de oro en una plegaria:
¡Que el Niño Jesús les traiga
todo el bien que necesiten
que en salud y amor multipliquen
aquello que han recibido
y que no echen al olvido
cada regalo de vida:
esas horas compartidas
junto a sus seres queridos!

B. Osiris B.
Patricia Lara

Aquellas cosas que no me gustan

 Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...