domingo, 26 de agosto de 2018

Mis gatos y yo

Mis gatos y yo
Regalo de Yolanda de la Colina Flóres

Regalo de mi hijo



Gustavo, Borges y Bástian
-de izquierda a derecha-

De acuerdo

De acuerdo

Totalmente de acuerdo.  Es una maldita desgracia que exista en el mundo una persona que se preocupa por uno.  Que deja de lado muchas cosas para demostrar lo importante que uno es en su vida.
Como yo no tuve eso.  No sé lo terrible que es.

Patricia Lara P

Y me habló

Y me habló

Como si no hubiera pasado más que un día desde que partiera.  Grave error.  Para mí habían pasado siglos.  Varias vidas.
Su recuerdo que como leve perfume acompañaba mis días, se extinguió.
A lo mejor, quién sabe.  Si hubiese empezado disculpándose, explicando su punto, recordando qué fuimos. Hubiese tenido una oportunidad. 
Pero no.  Minimizó mi dolor y su ausencia.  Grave error.
Patricia Lara P

Palabras

Palabras

Hay palabras que se dicen con demasiada liberalidad.  Algunas que deberían ser sagradas "te amo".  Y otras que no deberían usarse ni en broma "te odio".  Pueden hacer el mismo daño por igual.
No sólo son palabras.  Son actitudes.  Son vida o muerte. Son.
Patricia Lara P

Ahí están

Ahí están

Ahí están.  Las flores, las nubes flotando en el cielo.  
La casa cálida antaño, hoy fría.
Ahí está el viento, el calor del sol en el rostro. 
Ahí están las personas y los animales.
Ahí no estás.
Patricia Lara P

Mí mamá

Mí mamá

Solía pensar que mi mamá tejía para “pasar el tiempo”. Al pedirle ayuda para esta clase, me ofreció 2 escritos que ella había elaborado. Esas son sus formas de expresión más destacadas, además del sarcasmo: la escritura y el tejido. Sus palabras me ayudaron a entender que su conexión con el tejido iba mucho más allá de lo técnico y lo físico y es que, así como fabrica el tejido, es como ella se ha ido construyendo a sí misma. Mi mamá es una obra en desarrollo constante y, a diferencia de muchos de nosotros, que nos han entregado los puntos elaborados para tejer sobre ellos, ella montó sus propios puntos. No conforme con eso, ha tejido desde ceros y ha remendado y embellecido los tejidos de muchas otras personas que han tenido la fortuna de toparse con ella en algún momento de sus vidas. Mi mamá es tejedora por naturaleza, pues es maestra, consejera y amiga. El tejido para ella es vida, experiencia, crecimiento; es aprender a desbaratarse, a remendarse y a nunca dejar de seguir, a pesar de los errores.
Laura Gabelo Lara

El vecino de al lado

El vecino de al lado

Lo conocí hace ya varios años.  Era una persona triste, huraña.  Hacia un tiempo había perdido a su esposa y creo yo;  el hombre no se encontraba.  Tenía una hija y una empleada y ellas también se veían mal, tristes y preocupadas siempre.
Yo, me fui de la casa y casi fue un alivio no volverlo a ver, pues ponía problema por todo.  Casi daba miedo hacer algún ruido o reforma en la casa pues era absolutamente seguro él no tardaría en llegar con sus reproches y quejas.
Hace dos años regresé a mi casa y el vecino de al lado, había tenido un cambio sorprendente.  Sonreía al vernos y nos saludaba.
Además, después empecé a observar -casi nunca miro detrás de las ventanas o el balcón-, pero comencé a notar que a veces una señora lo acompañaba.
Hará menos de una semana, que él se interesó en mi negocio y preguntó.  Lo invité a entrar, le hablé del producto y compró -para ensayar-.  Unos días después, quiso hablar con el creador del agua con nanoburbujas de oxígeno.  Así que los puse en contacto.  Hablaron un buen rato y luego, como quien no quiere la cosa contó que está viviendo con la señora.
Me dio una alegría grande y sentí que todo el mundo debería estar enamorado.  Y que cada quien que encuentre el amor lo debería cuidar como su mejor posesión.
El amor lo tiene feliz, sonriente, con ganas de integrarse, de hablar, de mostrarle al mundo lo feliz que es.
Dios bendiga el amor de mi vecino.  Dios debería derramar más amor en el mundo.

Patricia Lara P

viernes, 17 de agosto de 2018

Mí mamá

Solía pensar que mi mamá tejía para “pasar el tiempo”. Al pedirle ayuda para esta clase, me ofreció 2 escritos que ella había elaborado. Esas son sus formas de expresión más destacadas, además del sarcasmo: la escritura y el tejido. Sus palabras me ayudaron a entender que su conexión con el tejido iba mucho más allá de lo técnico y lo físico y es que, así como fabrica el tejido, es como ella se ha ido construyendo a sí misma. Mi mamá es una obra en desarrollo constante y, a diferencia de muchos de nosotros, que nos han entregado los puntos elaborados para tejer sobre ellos, ella montó sus propios puntos. No conforme con eso, ha tejido desde ceros y ha remendado y embellecido los tejidos de muchas otras personas que han tenido la fortuna de toparse con ella en algún momento de sus vidas. Mi mamá es tejedora por naturaleza, pues es maestra, consejera y amiga. El tejido para ella es vida, experiencia, crecimiento; es aprender a desbaratarse, a remendarse y a nunca dejar de seguir, a pesar de los errores.
Laura Gabelo Lara

martes, 14 de agosto de 2018

Borges... una imagen


Soy

Tuve un bonsái de pino azul que atrajo abejitas. Alguien arrojó límpido (desinfectante) y los asesinó a los dos. Hoy hay otro pino azul en mi vida y nuevas abejas. Eso me hace sentir feliz.
Soy de esas personas que son felices con poco. De esas que ven el vaso medio lleno. De esas que a lo mejor el mundo considera simples.
Soy.

Patricia Lara P

Fea

Fea

Me volví fea el día que dejaste de quererme.  Antes te gustaba mi cabello, la forma de mi nariz, el color de mis ojos, la calidez de mis manos y mi aliento.
Hoy todo es feo.  Nada de lo que hago te gusta.  Menos la mujer en que me convertiste.  Arcilla fui en tus manos.  Soy tu creación.
Me miras y lo que ves, lo que tanto detestas es tu propia obra.

Patricia Lara P

Cadáveres a la vera del camino

Cadáveres a la vera del camino
 
Di todo lo que tenía
Ya no queda nada en mí
Ni las ganas siquiera
Me siento vacía de todo
Extenuada 
Hace ya tiempo
Tuve sueños
Deseos
Que se fueron muriendo 
Uno a uno.
A la vera del camino,
Fui dejando cadáveres
Que nadie sepultó,
Que se volvieron polvo
Se pudrieron.
Aún no olvidó el hedor
En que se transformaron.
En mi nariz persiste
Yo los recuerdo a veces
Y hasta logro sentir lo que sentí ese día.
Ahora aquí estoy
Agotada, cansada, tan vacía.
Di todo
No guardé nada para mí
Y ya no tengo,
No quiero,
No necesito.
Ya no deseo nada.


Patricia Lara P

Borges

Borges

Borges pelea sólo contra el mundo.  Un mundo estático, que solo observa y respira.  Tan pausado que apenas se percibe.
Borges levanta su colita al viento, mientras inclina su cabeza y arquea el lomo.
Está expectante.  No se descuida un instante pues sabe que está en juego su vida.
Borges es apenas un bebé que se prepara para el mundo.
De él sabe muy poco.  Pero no se confía.  
Yo quiero protegerlo, y lo haré hasta donde más pueda.  Pero hay situaciones en las que el amor no es suficiente.

Patricia Lara P

Me miro

Me miro.  Veo la mujer que soy ahora.  Aún me parezco a la que fui.  Menos brillo en los ojos.  Un rictus en los labios; de amargura, desazón, tristeza, soledad -miedo quizá-.
Le miró.  Veo el hombre que es ahora.  Aún se parece algo.  Ojeras, piel delgada, sonrisa artificial, autosuficiencia -fingida-
Dos personas que fueron y hoy son. Dos personas que son lo que lograron hacer.

Patricia Lara P

Medellín

Medellín

Una ciudad que se acuna entre montañas
Un río que la atraviesa y le da vida
Unas personas laboriosas
Una abigarrada vida
Progreso acompañado de sudor y arduo trabajo.
Adaptable, cariñosa.
Un hogar para todos.
Sin discriminación alguna.
La gente emprendedora se encuentra en cada esquina.
Amable, respetuosa.
Dispuesta a ayudar, a darse por completo.
Medellín la tierra que es de todos.

Patricia Lara P

¿De eso se trata?

Buen día.  El sol resplandece.  Una que otra nube flota en el horizonte.  Yo observo y me pregunto si de sólo eso se trata.
Patricia Lara P

Absurdo

Absurdo

Tiene una vida absurda.  Tanto, tanto que la ahoga.  Va y viene como en sueños, como una pesadilla mejor.  Constante.
Odia abrir los ojos, despertar sin hacerlo realmente.  Odia poner los pies sobre la tierra, ducharse, arreglarse, salir a trabajar.  Hacerlo.  Terminar la jornada y regresar.  Odia dormir pues sabe que al despertar será lo mismo.
Lleva toda su vida haciéndolo y ya está harta.  Lo ha estado siempre.  Pero ahora sí siente que debe terminarlo.
Toma una decisión.  Lo va a dejar todo.  Finalmente nada le importa.  Y recorrerá caminos buscando algo.  ¿Qué?  Ella aún no lo sabe.  Pero intuye que al verlo lo sabrá.
Y por fin el odio, el mal sabor de boca, el cansancio se irán.
Ella lo abandonará todo.
Patricia Lara P

Innecesario

En  serio me parece innecesario mostrar niños y animales maltratados.  Personas enfermas de gravedad.  Accidentes, asesinatos y demás.  
Creo que en lugar de hacernos más sensibles, más humanos.  Nos insensibiliza.  
Creo que términos observando esas cosas con morbo pues ayudar,  a tantos; no se puede.
Cada momento me veo eliminando, bloqueando páginas y sintiéndome miserable y con las manos atadas.
Por eso pido que seamos más responsables con lo que compartimos.

Patricia Lara P

Idealizándonos

Idealizándonos

Idealizándote
Esperando que fueras lo que yo había soñado
Idealizándome
Queriendo ser siempre lo que tú deseabas
Haciendo un gran esfuerzo
Físico y mental
Tratando de alcanzar lo que creía
Eran tus expectativas
Esforzándome mucho
En ser cada segundo mejor.
Esfuerzos inalcanzables
Innecesarios
Pues debiste quererme como yo era
Y debí aceptarte como eras tú
Debimos aprender a querer nuestras fallas
Y aceptarnos
Amarnos siempre debió ser lo primero.

Patricia Lara P

Fuiste aquel

Fuiste aquel que me vio con amor
Aquel que no quiso ocultarme
El que me hizo su todo
El centro de su corazón
El centro de su vida
Aquel que supo quererme
Entenderme
A pesar de los daños que la vida me hizo
Le hizo
Nos hizo
Fuiste aquel
Que me amó
No te importó que existieran escollos
Que yo misma a veces 
te resultara insoportable
Que él mismo a ratos
También lo fuera.
Fuiste aquel que me amó
Para el que fui primera.
Patricia Lara P

Me di cuenta

Me dí cuenta que vivía en un país peligroso desde muy pequeñita.  Después de sobrevivir a esa avalancha, supuestamente realizada por manos criminales, y creada y recreada por mentes malsanas; de ir a vivir con mis hermanos y mi mamá a la casa de la esposa de mi padre, de conocer nuevos hermanos. Después de tener que quedarnos en esa finca cafetera, de las cuales se contaban tantas historias de asesinatos políticos, violaciones y torturas.  Aún después de ir a vivir a un sitio en el cual habían construido casas para damnificados.  Un barrio casi de invasión, en el cual la droga y los robos a veces con homicidios eran el pan diario.
Me dí cuenta que vivía en un país muy peligroso, cuando mamá nos encerraba en la casa a eso de las seis de la tarde y no nos permitía salir sino cuando era la hora de ir a la escuela.
Cuando los vecinos más cercanos eran familia y los demás eran personas de las que nos debíamos cuidar constantemente.
Mejor dicho; crecí en el convencimiento de que el peligro respiraba atrás de mi delgado cuello, que debía estar viendo siempre sobre mi hombro.  Me dí cuenta, cuando al empezar a hacerse las sombras mi corazón se apachurraba y mi respiración se entrecortaba.


Patricia Lara P

Cicatrices

Cicatrices

En el cuerpo;
Felices recuerdos unas
Terribles otras
En el alma
Dolorosas todas.
Casi ninguna superficial.
Heridas profundas
Que ocasionó una acción,
Una palabra;
Una mirada;
Una ofensa;
Causada siempre
Por alguien que dijo quererte
Que fingió amarte.
Alguien en quien confiaste.
A quién le abriste tu corazón
A quién le contaste 
Tus miedos más profundos
Tus temores más hondos.
Tus deseos más íntimos.
Cicatrices en el alma; dolorosas todas.

Patricia Lara P

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...