domingo, 26 de marzo de 2017

Decisiones

Decisiones

Dicen que de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.  Y que cada vez que hacemos algo podemos tomar el camino errado, o como dice el refrán: “por hacer bonito hice feo”.  Sólo por el hecho de sí estar haciendo algo.  ¿Pero si uno se equivoca pensando que hace lo correcto es una mala persona?  Además; ¿Quién es quién para juzgar los motivos de otro?  Para determinar si es o no un error.
En realidad las personas antes de decir cosas, deberían pensar en lo que se conoce del juzgado y tomar decisiones o acciones pensando primero si en serio cree que esa persona obró con mala intención, si efectivamente hubo la intención de hacer daño.
Además las decisiones como la vida misma son personales y cada quien las mira desde su propio rincón.
Me entristece, más que molestarme, que la gente que ha vivido conmigo me juzgue por mis actos.  Cuando saben que soy un ser humano como todos.  Que a pesar de mi buena intención puedo y muy seguramente cometo errores.  No con el ánimo de dañar sino todo lo contrario.  Pero... Cada quien juzga, ve y califica desde su conocimiento o desconocimiento.

Patricia Lara P.

viernes, 24 de marzo de 2017

El otro

El otro
 
Y el otro se va
abrazando a tu hija,
a la que fue tu esposa,
llevándose lo tuyo;
Tu familia.
Aquella que dejaste
por perseguir un sueño,
una felicidad que ya tú poseías.
Y tú lo ves marchar,
en medio de lo tuyo.
y te quedas ahí inmóvil, estático,
y tan solo.

Patricia Lara P.

Uno se va volviendo viejo

Uno se va volviendo viejo,
y lo que antes importaba;
Pasa a otro plano.
Y aquello indescriptible,
toma forma, figura.
Las huellas del tiempo...
Imborrables.
A pesar de las cremas,
las posibles cirugías,
se quedan marcadas
para siempre.
La memoria 
Aún queriendo olvidar
a lo mejor olvida algo.
Pero... ¿Para qué?
Si lo que vivimos es pasado
Y está dibujado para siempre
Sino en la piel
Si en la vida.

Patricia Lara P.

Bicúspide

Luego de días de sequía surge este pequeño engendro que dejo a su cargo, Doña Patricia Lara Pachón...  


Bicúspide

La ciudad sonríe con ojos tristes
y la mañana se baña de una calidez tormentosa.

Pienso en su mirada e ignoro la sonrisa,
y lamento reconocer que así somos a veces,
foco que destaca los pesares,
isla de tristezas en un mar de posibles alegrías.

La ciudad sonríe con ojos tristes,
¿o es la tristeza de los míos?
¡No lo sé!

La ciudad sonríe y a mis ojos
la luz del sol se hace mustia,
lúgubre resplandor que me escuece los afectos
y borra las esperanzas de este nuevo amanecer.

La ciudad sonríe, se carcajea,
se burla de mí.
Y al final asomo una sonrisa mordaz

La ciudad sonríe… y, a mi pesar,  yo sonrío.

B. Osiris B.

Aritmética

Le dejo este otro, señito Patricia del Auxilio... ¡digo, del Socorro! :*  

Aritmética 

Uno más uno…
… No suman dos… 
Ni son uno.

¡Apenas son!

Uno más uno,
no suman… ni restan
se adsorben.

Y el todo es menos
que la suma de las partes.

Y uno parte...

El amor se torna en ecuación imposible.

La indiferencia tiende a infinito negativo.

¡Uno más uno
No suman dos!…

B. Osiris B.

sábado, 18 de marzo de 2017

Optimista

Optimista
 
Caminaba hacia mí
con sonrisa socarrona.
La vi llevarse a la boca
lo que nosotros llamamos;
Mango biche (verde).
Ácido y muy duro por cierto.
Fue ahí cuando observé
un único y blanco diente.
 
Patricia Lara P



... y de nuevo.

 
Y en las noticias hablan de las cosas importantes de la vida.  Y yo me quedo pensando si las cosas son importantes.  Obvio sí...  ¿Pero podrán ser muy o tan importantes como las personas y los sentimientos que ellas nos generan?
Ahí les dejo ese pensamiento pensante... De esos que yo pienso y que por supuesto salvan el mundo 😋😎

Autobús

Va sólo en el autobús.  Sólo porque no conoce a los otros chicos que ya estaban en él y tampoco a los que cada tanto van subiendo.
No se escucha ninguna conversación, ni un suspiro siquiera.
Le parece que debe estar el cupo completo para llegar a un destino.
Él sabe que cometió suicidio y se pregunta si los demás también lo hicieron.
Espera el momento en el cual sean llevados a ese sitio final. Si será el paraíso o el infierno.  O si como otros dicen; deberá volver a la tierra a completar una misión inalcanzable.
Vivir duele... Duele en extremo.

Patricia Lara P.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Paraíso

Paraíso

Y cuando abrí la ventana, todas aquellas cosas que recordaba no estaban.  Mi casa ahora yacía sobre una montaña verde y abajo, a unos cuantos metros; un kilómetro quizá, estaba el ancho mar, verde-azul y el sol doraba todo con sus rayos.  La tibieza y el aroma a cielo eran embriagadores.
Que sueño majestuoso, que belleza infinita a la vista.  Que maravilloso despertar.
Luego caí en cuenta que esas cosas no suceden.  Que no son posibles.  A lo mejor el fin del mundo lo lograra.  Pero; ¿Cómo iba a estar mi casa intacta y yo no me hubiera dado cuenta de nada?
Luego lo entendí todo... Si era el fin del mundo.  El fin de mi mundo conocido y el nuevo.  Al parecer... un nuevo mundo y con premio.
Patricia Lara P


 >^-^<

martes, 7 de marzo de 2017

Intangibilidades

 
Se me hizo agua la boca,
Un gemido nació y murió en mis labios.
Un abrazo se apretó a mi pecho.
No supe qué hacer,
ni qué pensar.
La mirada larga
atravesando espacio.
Pestañas revoloteando cual palomas.
Rocío en los ojos.
Aire, espacio, distancias.
Intangibilidades

Patricia Lara P.

Venganza

 Venganza
 
Todo era podredumbre y desolación.  Los muertos eran los que ahora caminaban sobre la tierra, y lo harían ya por muy poco tiempo.
Por fin el mal había ganado.  O a lo mejor el bien; nunca se sabe. 
No había un ave.  Ni siquiera de carroña.  El agua putrefacta no se podía beber.  Y lo único "vivo" estaba muerto.
Ni siquiera las plantas habían logrado sobrevivir a la hecatombe.
La tierra había cobrado venganza y se disponía a empezar de cero.
A lo mejor la próxima sí sería la vencida.

Patricia Lara P.

Sequía

Con su permiso –y sin él- acá le dejo esto, mija…  con las excusas por la ausencia y la escasez de aportes:

Sequía

Y luego del diluvio,
de la lluvia incesante,
la sequía
que resquebraja la voluntad
y seca la semilla de la esperanza,
que reseca este amor de temporada
que quiso ser planta perenne,
muriendo en la calidez de un verano
inesperado,
asolador.

Cruje el alma, marchita,
abriendo surcos de dolor,
en un cuerpo cansado,
tierra baldía,
solar estéril
rezumando soledad.
Y allá, en el subsuelo, 
-en el fondo del alma, vale decir- 
manan nuevas aguas
que habrán de permear esta piel curtida.

Y el corazón reposa, suspendido,
esperando que vuelva la lluvia
(¡el relente ya la augura!),
para salir del letargo…
…¡para volver a vivir!

B. Osiris B.

Mariposa Amarilla

Mariposa Amarilla
(Y que me perdone el Gabo)

Un brillo amarillo le escarchaba el rostro cuando la hallaron lívida, sentada en el pequeño promontorio de aquella zona boscosa del parque.  Un brillo amarillo que ya más nunca la abandonó.  A su alrededor, miles de mariposas amarillas yacían muertas.  La mirada, ida; la sonrisa, cansada, y unas ojeras que apenas dejaban reconocer a la hermosa mujer que subiera la colina dos semanas atrás.  Iba al encuentro de su amado en el camino de las mariposas, juntos emprenderían un largo y hermoso viaje, lejos de tantas personas que no les querían juntos.  ¡La cuesta era empinada, pero el ímpetu de aquel amor prohibido la impulsaba a subir rauda y ágil, cual liebre en primavera!  

Sentada esperó, hora tras hora, a su llegada.  ¡Él nunca llegó y aparecieron el cansancio, el hambre y el pánico ante el ya inminente fracaso de una aventura amorosa!  Se fue quedando inmóvil, sin esperanzas y unos bichos infernales, amarillos, comenzaron a posarse sobre ella, ¡la cubrían toda!  Luego de los tres primeros días pudo comer unas cuantas, luego ya se aburrió de aquel sabor tan floral y le molestaba la sensación que dejaban en su estómago.  ¡Y seguían llegando a posarse en su cara, sus manos, sus ojos!…   aquellas mariposas que antes le parecieron tan hermosas, se asemejaban a una bandada de buitres queriendo comer de ella.  Optó por moverse lentamente para matarlas una a una, poco a poco; ¡total, ya no había prisa alguna!  

Diez días habían transcurrido cuando su familia la reportó desaparecida al leer en la prensa el relato del accidente del joven ingeniero en la interestatal.  ¡Diez días, un desencuentro y mil mariposas amarillas!  Encerrada en la pequeña sala de reclusión acolchada del sanatorio, Renata va, de un lado a otro, dejando una levísima estela dorada… a ratos se detiene, solloza y abre su mano empuñada con lo único que rescató de su antigua habitación, una nota que reza: “Mamá, me voy con Mauricio”.  Llora un poco, suspira ¡y emprende de nuevo el vuelo!
 
B.Osiris B.

Patricia, esto trajo la nochecita y la fecha :D

Creo


"Creo que sólo uno sabe quién es.  La gente como que apenas si nos imagina y desea que seamos como ellos quieren."

P.L.P.

domingo, 5 de marzo de 2017

Lo que ví hoy

Lo que vi hoy
 El plátano enano ya tiene un hijito.
 Plátano enano y naranjo
 Jabuticaba
 Granado recién plantado, cafeto y jabuticaba
 Mi calle
La jabuticaba en flor de Envigado

Aquellas cosas que no me gustan

 Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...