Luego de días de sequía surge este pequeño engendro que dejo a su cargo, Doña Patricia Lara Pachón...
Bicúspide
La ciudad sonríe con ojos tristes
y la mañana se baña de una calidez tormentosa.
Pienso en su mirada e ignoro la sonrisa,
y lamento reconocer que así somos a veces,
foco que destaca los pesares,
isla de tristezas en un mar de posibles alegrías.
La ciudad sonríe con ojos tristes,
¿o es la tristeza de los míos?
¡No lo sé!
La ciudad sonríe y a mis ojos
la luz del sol se hace mustia,
lúgubre resplandor que me escuece los afectos
y borra las esperanzas de este nuevo amanecer.
La ciudad sonríe, se carcajea,
se burla de mí.
Y al final asomo una sonrisa mordaz
La ciudad sonríe… y, a mi pesar, yo sonrío.
B. Osiris B.
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