lunes, 28 de enero de 2013

¡Ay!

¡Ay!
Comenzar una semana
limpieza
Bancos
Uniformes para el colegio
¡Ay!
Si... hay que hacer un esfuerzo
e iniciar la semana
con la mejor de las sonrisas
y buen ánimo... ;)
pero de todas formas
¡Ay!

miércoles, 23 de enero de 2013

Me observa


 Me observa.
En un recodo del camino
cada vez más cercano;
me observa
Desea para sí el calor de mi ser
mi boca tan turgente
la calidez de mi piel
su textura tan suave y tan cálida.
Me observa
sabe que un día llegaré hasta allí
y esa certeza enerva sus sentidos
me espera
con la seguridad que le dan
el tiempo y la distancia
cada vez más cortos
cada vez más cerca.
Me observa y espera con paciencia infinita
el momento señalado
y cada vez más cercano.

martes, 22 de enero de 2013

Morir de amor

Extraño
añoro
quiero
pero de amor
no me muero.

Una de las mías


"Nos pasamos la vida soñando.  Y cuando por fin nuestros sueños se hacen realidad nos damos cuentas que nuestros sueños son realmente pesadillas"

Camino

Yo todavía camino mucho y con tacones para completar. Creo que es lo que más me relaja en la vida... caminar hacía un punto fijo, sola... conversando conmigo y luego regresar limpia de todo. (Menos de la contaminación ambiental)

sábado, 19 de enero de 2013

Despedida

Hoy voy a recorrer todas las calles que caminé contigo 
e iré recogiendo una a una las huellas que fui dejando.
Las risas y las miraditas coquetas que quedaron en el karaoke donde te conocí
y esa caricia atrevida en aquel restaurant de la esquina.

Caminaré por la Alameda, por el bandejón central
y miraré hasta que desaparezca ese cuadradito de pasto 
donde nos sentamos, a las 5 de la mañana, para besarnos sin testigos

Me iré por Cumming y entraré a ese bolichito bullicioso 
y sin que nadie lo note, para que no me vean dudar,
limpiaré la marca de mis dedos de cada vaso que ahí tomé.

Después… después cruzaré la calle en diagonal 
e iré a rescatar los suspiros que abandoné en el cuartito ese,
entrando a mano derecha… 

Limpiaré meticulosamente cada banco de la plaza,
no sea que a otros amantes se les contagien nuestros malos augurios…

Me preocupan los pasos que quedaron entre Plaza Italia y Avenida Brasil, 
pobrecitos, hace tantos años que dejamos de visitarlos
tal vez murieron de inanición o se fueron desdibujando en el cemento 
No sé si podré rescatarlos… se deben haber sentido tan solos y traicionados…
como yo ahora.

¡pero no te asustes! Sólo tomaré lo que es mío
Mis huellas, mis marcas, mis recuerdos 
(tal vez quieras los tuyos, así que ahí te los dejo)
y los dejaré caer, atados a una roca grande, hasta el fondo del Mapocho
Tal vez tengan suerte y lleguen hasta el mar
y sean tan libres como no quisiera serlo ahora. 

(G.V.H. enero 19/ 2013)

viernes, 18 de enero de 2013

Así fue como fue



Esta era una señorita que sonreír le costaba
siempre las cejas contraídas ella llevaba
un día un caballero conocedor de la belleza de la dama
pero espantado por su mal carácter
decidió obsequiarle una sonrisa diaria
para que aprendiera que su mala cara 
no a todos los hombres espantaba
Un día le sonrió y ella ni se percató
al siguiente la miró a los ojos y de  sus labios otra sonrisa brotó
pero ella ni lo miró
Luego un gesto con el sombrero y brillo en los ojos primero
después la sonrisa que ella ya esperaba con prisa
Pasan los días y las semanas
y parece que ella ni enteraba estaba
mucho después y ya a punto él de desfallecer
La niña muy primorosa
Tímidamente sonríe  
sus mejillas se sonrojan 
Ella como amapola fresca
Todos los días refresca
Con risas y con sonrisas llenas todas de alegría
El agitado corazón del caballero sonriente
Que sin saberlo presiente
Que el amor los ha tocado.
Pues sonreír les ha dado
La capacidad sin par
De apreciarse el uno al otro
Y de amarse hasta el final.

jueves, 17 de enero de 2013

Los dos enamorados


No era por dárselas ni nada; pero él se sabía el pez que más nadaba en esa cañada.  Por eso todas las lindas y pizpiretas pececitas suspiraban por no decir "morían" por él.
Un día... salido de quien sabe dónde apareció por esos lados un "nuevo" vecino.  Morenote él, alto... perdón; largo, garboso, ojos negros profundos, un lindo mostachito a juego y unas aletas que brillaban con la luz que se colaba por entre las ondas de las aguas claras.
Era todo un espectáculo mirarlo ir y venir presuroso de su cueva a las márgenes de la cañada y de regreso.  Muchas de las lindas pizpiretas dejaban de hacer lo que hacían y suspiraban mirándolo.  No se les caían las babas únicamente porque babas no tenían pero de haber tenido; otro gallo cantaría en el corral... Perdón de nuevo.  Otro pez nadaría en esas charcas.
Él no prestaba atención a ninguna de las lindas pizpiretas pues su corazón pertenecía a la niña aquella que recogía flores al lado de la cañada.  Blanca ella, cabellos castaños y la más hermosa obra de la creación que pez alguno pudo haber visto sobre la faz de la tierra y sobre las profundidades de las aguas claras primero y oscuras luego.
La niña no se había percatado de que aquel adonis la observaba y menos que la amaba.  Pero un día el joven terrenal que por ella suspiraba lo vio y decidió obsequiar a su amada con esa joya tan preciada.
Se dio a la tarea mañana tarde y noche de observarlo y cazarlo.  De haberlo logrado nuestro galán habría vivido feliz al lado de su amada en un hermoso cuenco de cristal.  Pero…
Primero intentó el enamorado, con una red cazarlo  pero el veloz pececito huyó y no logró atraparlo.  Luego con un anzuelo en el cual saltaba una hermosa, gorda y lustrosa lombriz pero ni así.  
Harto ya y cansado de su audacia el jovenzuelo enamorado con lanza en ristre y desde un árbol desde el cual no podría ser mirado dio caza al pequeñuelo y con papitas fritas y cebollas al gratín lo sirvió a su enamorada un día muy feliz.
De este modo los dos jóvenes hermosos lograron penetrar al interior de su amada.  Uno le llenó su barriguita bella y el otro logró adueñarse de su puro corazón.
Y titurin titurado este cuento ha terminado.


Hoy es mi día

Hoy es mi día de suerte suertuda. Me acabo de encontrar mil pesos. Mil pesos... mil pesos. Con eso me puedo comprar por ejemplo tres huevos, o un pan grandecito, o un refresco chiquito o... hmmmmmm. Creo que no alcanza para mucho... Pero bueno... No importa!!!! Hoy es mi día de suerte.

Cuando uno está de malas


Tengo atragantao un pescao en la muela coca compae.
el otro día que también comí pescao me tragué una espina.  Larrrrrga la hijuemadre.
Me estaba haciendo mucho daño hasta que me dijeron que tomara zumo'e limón. Ahí fue peor mi compa.
No solo me lastimaba la espina, me ardía también el limón.
Es que cuando uno está demalas... está demalas.
Luego en medio del dolor y del ardor salgo corriendo 
y me doy un golpe en el dedo gordo del pie con una piedra que alguien había dejado justo frente a la puerta.
Luego recordé que ese alguien había sido yo mismo.  La había traído para ver un "picaito"'e fúbol.
Pero luego no lo vi porque preferí jugarlo.
Perdimos.
Bueno es que cuando uno está de malas... está de malas.
Nada más fíjese en el pescado aquel.
Yo lancé la caña y listo... el picó el anzuelo y adios al amigo.
Y claro una de sus espinas se me clavó en el pescuezo y ahora ando con la espina chuzando, la garganta ardiendo y la pata hinchá.
Es que cuando uno está de malas... está de malas.


miércoles, 16 de enero de 2013

La vieja Patuca

La viejita Patuca
un huevo batió
y, como en la picuda
nariz le cayó
un vómito fuerte
y ranció la ahogó.

La pobre viejita
con el gran esfuerzo
sintió que la orina
se le derramba
y corrió muy pronta
a mear en una esquina
del jardín de casa
entre los mastuerzos.

Triste y compungida
por esa fregada
la viejita Paty
está decepcionada
pues ya ni del baño
la puerta recuerda
y dice que los años
son una gran mierda.

No hay quien le critique
el lenguaje “altura”
pues eso cualquiera 
que lo verifique
es propio de gentes
arte y figuras
grandes y brillantes
de la literatura.

Y aquel que la quiera
y sienta admiración
por esta viejita 
que es un vacilón
que le de “me gusta”
a sus poemas limpios, 
prístinos y bellos
y a sus frases guarras
-que hoy tanto le asustan-
¡porque forman parte
de la diversión
de explorar el arte
en toda su extensión!

B. Osiris B.

Eulalio

Conocí a un hombre. O lo que creí que lo era (con el tiempo pude notar que apenas era la sombra de uno). Siempre me movió a risa su necesidad de destacar el título profesional que ostentaba; en la oficina a todos –sin excepción- nos abordaban la risa y la lástima al ver aquella constante demostración pública de necesidad de reconocimiento no vinculado a su persona sino a un papel, al título de una profesión que, dicho sea de paso, no ejercía ni de oficio. Por esta razón se hacía difícil comprender esa dicotomía entre el “soy tal cosa” y el “mírenme como no ejerzo la tal cosa que soy”. Al tiempo lo entendí: la persona que era Eulalio tan poco tenía para ofrecer, que se postulaba en todo espacio público y privado, ostentando el título que había logrado no por puro mérito propio, sino por “recostarse” oportunamente de una amiga que “lo graduó”. Un buen día se descubrió por completo su pusilanimidad y capacidad rastrera. Justo en esa fecha pude agradecer con absoluto convencimiento el hecho de que se jactara tanto de su profesión –la que sólo le servía como tema de conversación en reuniones de equipo, pero muy poco para su ejercicio profesional- , pues pude ver cuán distante estaba de llamarse docente y cuán a salvo estaba yo de llamarlo ¡colega!... ¡Toda una bendición!


B. Osiris B.

Vuelo sobrenatural


Julián recibió el día con mucho entusiasmo. De repente sintió que podía alcanzar el cielo y se dijo que así sería… ¡hoy el cielo era el límite!

Su entusiasmo era admirable y todos lo veían con una mezcla de miedo, curiosidad y asombro cuando tomó un súbito impulso y se empinó, con todas sus fuerzas, para lograr su objetivo. 

¡Fue un salto perfecto!: en un momento sintió cómo el aire tocaba su piel; lo embargó un extraño ahogo y una sensación de libertad y tristeza que nunca antes había sentido. En la pecera aún se habla de Julián, el pez dorado que voló en una fría mañana de enero, fuera del pequeño estanque. Ninguno –excepto Lucy, la vieja y taciturna tortuguita- vio su agonía de media hora, al pie del alto mueble donde se asienta aquel mundillo acuático. Y Lucy adora las leyendas.


B. Orisis B.

¿Será?

¿Será qué estoy perdiendo las ganas?

Buenos

Para ser una persona buena
hace muchas cosas malas.

Alegría y tristeza

No es necesario llorar para estar triste
ni reír a carcajadas para estar alegre.

martes, 15 de enero de 2013

El algo



Algo para picar en una tarde con la familia y con los amigos.

Un beso o dos o tres

Para todos aquellos
que visitan este mí rincón.

Cotidiano


Cotidiano es abrir los ojos y ver
y sentir entrar el aire tibio en mis pulmones
es saberte a mi lado
durmiendo y ronroneando.
Cotidiano es poner los pies en mis sandalias
y caminar callada
preparar algo rico y nutritivo
o viceversa.
Cotidiano es tomar un café negro
muy caliente
y pensar y recordar
o viceversa.
Cotidiano es ducharme
sentir el agua ardiente cubrirme entera.
Recorrer con jabón todo mi cuerpo
enjuagarme.
Cotidiano es vestirme
y pensar y hacer 
o viceversa.
Cotidiano es todo aquello
que hago día a día,
que siento rato a rato,
que vivo y sobrevivo
o viceversa.
Cotidiano.

Palabras y sentires

Las palabras deberían escribirse 
tal y como se sienten.
A veces
las palabras no alcanzan
para definir un sentimiento
una idea.
Las palabras en casos específicos
resultan insuficientes
y los sentires
inalcanzables.

domingo, 13 de enero de 2013

miércoles, 9 de enero de 2013

Otra conversación


-Ese señor siendo tan inteligente crió una hija bruta.  
(hablando de un novelón que pasan a esta hora)
-Es que los papás hacemos tontería y media, por querer que los hijos no sufran les damos todo; los protegemos de todo.
-Pero es que mi papá me paga un buen colegio y lo que no entiendo me lo explica hasta que lo comprenda muy bien.
-¡Ah y yo no hago nada!
-No dije eso.
-Ah y encima de todo me regañas...
-¡Cansona!
-¡Pansona!  ¡Pansona quién?
(Es que cuando nos dedicamos a las conversaciones profundas lo hacemos requetebién) jajajaja

martes, 8 de enero de 2013

Un día especial



La mañana del siete de enero prometía un día diferente. Así pensó Leticia al preparar su vuelo matinal. Y, de hecho, así fue, pero no como ella lo habría soñado: al salir, se topó con un señor bastante malhumorado que de un manotón la hizo ir a dar contra una ventana. De camino a su trabajo, en el basurero local, no dejaba de pensar que su día sería diferente, podía sentirlo de tal manera que todos su vellos se erizaban de sólo volver a asomar la idea. Ya en el trabajo, afanosa como era, se dedicó como ninguna otra a seleccionar los mejores montones de basura; era toda una experta y siempre lo había demostrado, así que hoy no sería la excepción. 


Ya al final de la jornada, en la tarde, luego de un descuido involuntario, tropezó de frente con un rociador áereo de insecticida. Luego del sopor y el mareo inicial, siguió su trabajo con ahínco, era muy resistente y un simple olor fuerte no iba a detener su vuelo; además, ya estaba por terminar su turno y pronto se reuniría con sus compañeras en el callejón sin luz. Le prometieron un festín y ella no se lo perdería por nada del mundo. Culminadas sus labores, Leticia –entusiasmada y contenta- decidió tomar un atajo en el camino a su fiesta nocturna. Estaba un poco cansada y con algo de mareo. Debía ser por el insecticida que inhaló, ¡cosa rara!, porque no solían afectarla mucho los químicos y ya estaba bastante acostumbrada a ellos. No voló por las rutas normales, quería evitar el tráfico y las corrientes súbitas de aquella noche fría. Volvió a sentirse cansada y decidió acortar aún más el camino, atravesando por una casa. De pronto, le falló la respiración y un ligero mareo la hizo tambalearse; se sintió desorientada cuando de pronto una joven apagó las luces. Dio varias vueltas buscando ubicarse nuevamente, se recostó por unos instantes de una gran pantalla iluminada y trató de continuar cuando, de pronto, sintió un impacto avasallante. Y ya no pudo levantarse para continuar. Leticia intentó moverse con las pocas fuerzas que le quedaban pero, al voltear para ver por qué su cuerpo no respondía, alcanzó a ver parte sus entrañas esparcidas a poca distancia. ¡Sí, al fin éste sí era un día especial, no se había equivocado aquella mosca tan perspicaz! Era el día para morir a medianoche, de un manotazo involuntario, en la brillante pantalla de una minilaptop, a escasos metros de su destino!

No hubo funeral, nadie se enteró de su muerte sino hasta días después, cuando sus compañeras consiguieron su cuerpo desmembrado en una bolsa en el basurero… ¡Y fue todo un festín para sus amigas!


B. Osiris B.

sábado, 5 de enero de 2013

Dialogando como cuando uno dialoga


Dialogando en el taxi
-Señor; cuanto le debo (pregunto)
-Cinco mil y pico (responde el taxista)
-No le des el pico (agrega el consorte) y continua diciendo, mejor págale los seis mil.

viernes, 4 de enero de 2013

Letanía

Mujer cansada,
en mil sueños perdida
la de tez lustrosa
y la frente ajada
de la sonrisa fresca
y la melena encendida
en canas de experiencia
tantos años vivida.

Mujer madre,
de abrazo tierno y fuerte
mujer feliz 
que has tenido la suerte
de amar de frente 
y de ser amada.

Mujer amiga,
mujer madre y también hermana,
mujer sonrisa,
llanto callado y entrega solitaria
mujer divina que trasciende
al alba
el sufrimiento y la soledad humana
mujer de profundidad y reflexiones,
de fiestas, de bailes
y juergas ufanas.

Mujer que vives,
en tus arrugas y tus canas
cuentas la historia
de atardeceres
y mañanas
llenos de esperanza
de poesía, de tramas
compartidos unos
secretos los más.

Mujer de mil sonrisas
Mujer de mil lágrimas
Mujer de la entrega
Mujer que reclama
Mujer que has vivido
Tu vida en cuerpo y alma.

B. Osiris B.


Quiero y no puedo

Quiero escribir y no puedo

Aquellas cosas que no me gustan

 Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...