sábado, 19 de enero de 2013

Despedida

Hoy voy a recorrer todas las calles que caminé contigo 
e iré recogiendo una a una las huellas que fui dejando.
Las risas y las miraditas coquetas que quedaron en el karaoke donde te conocí
y esa caricia atrevida en aquel restaurant de la esquina.

Caminaré por la Alameda, por el bandejón central
y miraré hasta que desaparezca ese cuadradito de pasto 
donde nos sentamos, a las 5 de la mañana, para besarnos sin testigos

Me iré por Cumming y entraré a ese bolichito bullicioso 
y sin que nadie lo note, para que no me vean dudar,
limpiaré la marca de mis dedos de cada vaso que ahí tomé.

Después… después cruzaré la calle en diagonal 
e iré a rescatar los suspiros que abandoné en el cuartito ese,
entrando a mano derecha… 

Limpiaré meticulosamente cada banco de la plaza,
no sea que a otros amantes se les contagien nuestros malos augurios…

Me preocupan los pasos que quedaron entre Plaza Italia y Avenida Brasil, 
pobrecitos, hace tantos años que dejamos de visitarlos
tal vez murieron de inanición o se fueron desdibujando en el cemento 
No sé si podré rescatarlos… se deben haber sentido tan solos y traicionados…
como yo ahora.

¡pero no te asustes! Sólo tomaré lo que es mío
Mis huellas, mis marcas, mis recuerdos 
(tal vez quieras los tuyos, así que ahí te los dejo)
y los dejaré caer, atados a una roca grande, hasta el fondo del Mapocho
Tal vez tengan suerte y lleguen hasta el mar
y sean tan libres como no quisiera serlo ahora. 

(G.V.H. enero 19/ 2013)

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