Una mujer que recién ha hecho el amor camina erguida, orgullosa, casi bailando, casi sin tocar el piso, casi levitando
Una mujer que recién ha hecho el amor piensa en colores, piensa en sonidos psicodélicos, piensa en terciopelos envolventes, piensa en islas lejanas en un paraíso terrenal
Ve el rostro de los demás como el de su amado, y los demás ven el rostro de ella como un cofre de misterios indescifrables, inescrutables, incomparables, como un rostro único que encierra el rostro de todas las mujeres del mundo, el de la primera
La piel de una mujer que recién ha hecho el amor es rosada, rozagante, con algunos toques de rojo rubí
Una mujer que recién ha hecho el amor se sienta con cuidado y cariño, cobijando entre sus piernas el tesoro recibido de su amor.
Saludará a sus amistades.
Pensará que en otros países está nevando.
Encenderá y consumirá un cigarrillo.
Desnuda, en el baño dará vuelta a la llave del agua fría o del agua caliente.
Dará vuelta a las dos a la vez.
Una mujer que recién ha hecho el amor se arrodilla lentamente, para no perder la masculina esencia que lleva en su ser inferior, en su ser interior.
Soñará que la felicidad es un viaje por barco.
Regresará a la niñez o más allá de la niñez.
Cruzará ríos, montañas, llanuras, noches domésticas.
Dormirá con el sol sobre los ojos.
Amanecerá triste, alegre, vertiginosa.
Bello cuerpo de mujer
que no fue dócil ni amable ni sabio.
("Oficio puro" de Víctor Valera Mora) Este poema fue tomado de un artículo de Harold Alvarado Tenorio publicado en Letralia, y modificado luego aquí por M del C García.
EXCELENTE POEMA...
ResponderEliminarGracias.
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