viernes, 30 de abril de 2010

Regálame

Regálame tú, un arcoíris

envuélvelo para mí

en papel celofán

y cintas de colores.

Regálame una nube

muy blanca y esponjosa

Envuélvela muy bien,

métela en una caja grande

y llena de algodones.

Regálame también una estrella fugaz,

Envuélvela y decórala

con globos de colores.

Regálame también un corazón,

no cualquiera lo tiene

pues debe ser el tuyo.

Con cuidado y primor

lo meteré en el mío,

No correrá peligros

no sufrirá accidentes

Lo cuidaré tan bien

que no te enteraras;

que no lo tienes.

Sencillo

Mi corazón estaba
seco
y
fue sencillo
encender
fuego en él.

Hoy

Hoy siento que si,

que tengo ganas de ser y hacer

Hoy siento que no.

Que estoy cansada,

Agotada,

perdida.

Hoy ando difusa o semifusa.

Hoy;

no me entiendo,

no me comprendo.

Hoy soy lo que soy

fui y seré.

Pero estoy perdida.

Hoy me ahogo en un vaso de agua

y me quemo con la tibieza del sol

Hoy vibro al menor arrullo del viento

y tiemblo ante una leve brisa.

Hoy soy la de siempre

y la nueva

la constante

y la renovada.

Hoy

lunes, 26 de abril de 2010

Regular

Todo era gris, no porque estuviera triste o cosa parecida. Es que sencillamente todo en su vida era gris. No habían colores o tonalidades, solo variedades de grises, pero eran más los oscuros que los claros incluso.

Todo para ella era regular, no porque tuviera problemas y su vida no fuera satisfactoria, sino que en realidad su vida era regular.

¿Era una persona insatisfecha o conformista?

No había forma de saberlo, pues para ella el vaso que estaba medio lleno para unos; estaba medio vacío.

Tenía todo para ser feliz. Familia que la amaba, amigos, empleo, salud, amor pero; nada era suficiente. Todo la dejaba insatisfecha. A lo mejor era solo su forma de ser, era la elaboración constante de su vida, ya que desde su nacimiento y crianza había sentido que todo era para ella gris, regular y medio vacío.

Algún día quizás ella se sintiera conforme pero estaba segura que para ese momento ya estaría muerta. El conformismo no era uno de sus estados favoritos, pensaba que solo sintiendo como sentía lograría realizar sus sueños. Mientras tanto veía sus logros como pasos que para nada la hacían feliz.

Pensaba además que si no disfrutaba ahora, en el momento preciso se le haría tarde luego y ya no habría disfrute posible.

Entonces debería conformarse con los pequeños logros y ser feliz con ellos o seguir en la búsqueda constante de lo mejor para ella, para ser feliz después de lograrlo todo.

Aún así ella pensaba que se perdía el disfrute de lo pequeño ya que lo grande cada vez sería más grande. Alcanzable sí, pero más lejano cada día ya que una meta conduce a otra y así sucesivamente.

¿Continuaría con sus tonos de gris o debería empezar a disfrutar el colorido de las satisfacciones que día a día lograba?

sábado, 24 de abril de 2010

Sueños

Y uno siente que todo es muy grande o que uno es muy pequeño y siente las manos atadas y los pies imposibilitados para echar a andar, a correr para recorrer caminos y simple y sencillamente huir, evadirse.

Y se ahoga entonces uno en un vaso de agua porque está inmerso en el océano infinito de las dudas, o el cielo se muestra infranqueable, inalcanzable.

Y hay gente que se deja dominar por todo eso y lo aplasta la idea y sencillamente desea poner fin a todo, cortar con todo, acabar con las ataduras; incluso las ataduras de la vida.

Y duele todo, y se siente uno responsable de todo y no lo desea así, sencillamente quiere ser, estar, vivir, sobrevivir sin prisas, sin afanes, sin dolores.

Y entonces, de pronto una luz lejana toma forma, brilla con intensidad y se aproxima y uno entiende que afuera hay más, mucho más; pero tiene uno las alas cortadas, las ganas perdidas y hasta las lágrimas secas.

Y se deja uno dominar por la desazón y el miedo y se queda uno ahí tendido, viendo a los otros vivir, viendo a los otros ser y soñando sueños de vidas felices y fructíferas y llenas de ganas y de sueños y de esperanzas.

Y entonces uno solo sueña que sueña y sueña bonitos sueños.

jueves, 22 de abril de 2010

Qué espero

La vida me pasa
me sobrepasa
me supera
La vida me está
dejando atrás
¿Corro?
¿La alcanzó?
¿O la dejo pasar?
Marchar, ir.
Y yo me quedo atrás
rezagada...
esperando, espero.
¡Qué espero!

Una noche normal

Es noche cerrada adentro. Oscuridad, y silencio total afuera; solo se escucha el viento que gime al colarse entre las hojas de zinc del techo y mueve las hojas de los árboles que rozan con suavidad las paredes y golpean incansablemente las ventanas cerradas.

La casa parece que respira, que espera que algo suceda y abre sus ojos y su vientre aguardando. ¿Qué? Aún no lo sabe a ciencia cierta, pero sabe, sospecha que algo sucederá.

Ella mira por la ventana. No ve nada, no escucha nada. Ella otea el horizonte y sigue esperando, observando. Todo es oscuridad y silencio... de pronto a lo lejos una luz se enciende y se apaga, parece un cocuyo en celo llamando a su hembra.

Toma la llave de la puerta y un palo grande, un garrote, que siempre tiene cerca. Uno nunca sabe cuando pueda necesitarlo. Ella casi siempre está sola en la casa, una casa en el campo y alejada de todo; casi hasta de Dios.

Sin pensarlo mucho, sale a la noche oscura, camina apresurada hacía donde vio que se encendía la luz fugazmente, se ahoga de la prisa que lleva pero no aminora el paso. Va a oscuras, la noche es boca de lobo pero ella no necesita luz, sabe exactamente hacia dónde va y no duda. No pone el pie en el lugar equivocado. Toma aire por la nariz y lo expulsa por la boca, respira, se ahoga y respira de nuevo, siente la saliva espesa en la boca ahogándola. No desea detenerse, no quiere parar, debe llegar al sitio en el que vio la luz, es urgente.

Al llegar al lugar exacto dobla hacia la derecha, está muy segura del camino a seguir y lo sigue. Ve en la oscuridad una sombra que crece, se yergue y teme un poco pero no está dispuesta a ceder; a regresar. Sigue respirando con dificultad, no solo por el agotamiento de la caminada a campo traviesa, también el temor de lo que la espera al final del camino.

La sombra se hace más grande al acercarse a ella, es una casa pequeña, semioculta entre los árboles, está a oscuras pero oye susurros, risas y algo de música también.

Llega a la puerta, respira profundo, se va tranquilizando lentamente, sus ojos brillan en la oscuridad mientras escucha. Cuando su corazón ha tomado el ritmo adecuado abre la puerta y entra. Allí, en los brazos de otra está su esposo, el hombre que le juro fidelidad y amor eterno, el padre de sus hijas, el hombre por el que dejó todo y con el que desea vivir hasta la muerte.

Los mira fijamente, se aproxima a ellos y sin mediar palabra descarga el primero de los muchos garrotazos que dará esa noche.

No dice nada, no modula palabra. El marido asustado la mira y corre... ella va detrás, el cuerpo y las piernas le dan para alcanzarlo y seguirlo golpeando.

Ninguno dice nada, ella corre tras él y lo golpea, el intenta evadirlos pero siempre alguno que otro lo alcanza en la espalda, en las piernas, en la cabeza.

Llegan corriendo hasta la casa oscura, aquella que esperaba que algo sucediera... Ella suspira, se encoje y los recibe.

Antes de entrar el alcanza a recibir un golpe más. Nada, nadie modula ni un gemido siquiera. Entran, las niñas duermen en sus camas apaciblemente, él corre al baño y se ducha, se tarda allí esperando. Ella bebe un vaso de agua y dejando el garrote tras la puerta se acuesta en su cama en silencio.

Nadie podría decir que aquí había pasado nada.

martes, 20 de abril de 2010

Acompasados

El viento susurra a mi oído
tus palabras,
la noche acaricia mi piel
con tu piel,
El silencio nos deja escuchar
tu corazón y el mío
acompasados.

Cosas

Cosas, cosas, cosas
la vida esta llena, repleta
de cosas.
Cosas buenas
y cosas no tan buenas.
Cosas malas
y cosas no tan malas.
Cosas que amamos
y cosas que odiamos.
La vida está repleta
de cosas.
(Obra de Ángeles Agrela)

viernes, 16 de abril de 2010

Reverdeciendo

Hace unos meses cortaron unos árboles hermosos
ahora ellos renacen de nuevo
como el ave fénix se rehúsan a morir
y reverdecen.

jueves, 15 de abril de 2010

Verde que te quiero verde

Un sitio bello

El terrorífico pollo maligno

El pollo maligno fue el animal más aterrador de nuestra infancia. Por las historias y cuentos nocturnos conocimos a la "Pata sola", esa dama que perdió una pierna por ponerse a partir leña un viernes santo. El Muan, el caballero libidinoso que conquista a las mujeres mientras lavan ropa en el río. La llorona, esa señora que mató sus hijos y los arrojó al río y al morir, Dios la castigó diciéndole que entraría al reino de los cielos cuando llevara con ella sus niños. Así que ella los busca afanosamente por todas las riberas. La Madremonte, ella se esconde en los bosques y en la noche cuida lo que considera su propiedad. La dientona. Ay de aquel que la deje acercar pues los destrozará con sus dientes.
Ninguno de estos personajes tan terribles nos daba tanto miedo a mis hermanos y a mí como "el pollo maligno". Cada que íbamos por alguna carretera oscura o se nos hacía tarde para llegar a alguna de las fincas en las que trabajaban mis tíos; el tema era el pollo maligno.
Que animal terrible era aquel. Lo describían con pico de pollo y patas lógicamente de pollo y muchas tripas, que enredaba en el infortunado que lo encontraba mientras le iba dando latigazos con las otras. Este pollo atacaba a las personas que estaban en pecado mortal y aun cuando éramos niños no pensábamos escapar de tal malignidad solo por no tenerlos, jajajajaja.
La noche iba creciendo, todo se oscurecía y nosotros no sabíamos si corríamos o volábamos. Era tal el pavor que dejábamos de hablar para prestar atento oído.
El bicho aquel, el terrorífico pollo maligno sonaba como un pollito normal pero si lo escuchábamos cerca lo mejor era apurarse para que no nos alcanzara. Mientras... que si lo escuchábamos lejos había que correr, volar, huir o arrodillarse y encomendar el alma a Dios.
Ese animal-espíritu maligno; si se escuchaba lejos ya estaba a milímetros de distancia y en cuestión de segundos uno sería cruelmente golpeado y picoteado por él.
Mi hermano jura que una noche oscura y en compañía de la abuelita María lo vio... dice que se le parece hoy por hoy al gallo Claudio.
Tamaños miedos los que pasamos, terror que le tuvimos y terminó pareciéndose a una caricatura.
Pero, aun hoy si escucho a media noche, caminando por un sitio oscuro un pollito... Paticas para qué las quiero.
Los temores de la infancia son los temores de la infancia y nos acompañaran siempre duélale a quien le duela.

Apagándome

Me estoy apagando
la piel ha perdido lozanía
los ojos brillo y los labios color
Los dientes ya no son
tan blancos como antaño
El cabello se opaca
se va llenando de canas
y pierde incluso suavidad
Y el alma;
Eso es lo peor de todo.
El alma, las ganas, la alegría
se va yendo lentamente
se va alejando, apagando
y un día un soplo divino
la apagará

miércoles, 14 de abril de 2010

Siempre Aquí

Te siento
siempre cerca
siempre aquí.
Te tengo
siempre cerca
siempre aquí.
Te escucho
siempre cerca
siempre aquí.
te huelo
siempre cerca
siempre aquí.
te percibo
siempre cerca
siempre aquí.
Te respiro
siempre cerca
siempre aquí.
Estas en todo
aquí
en mí.

Argumentos válidos

Acabamos de llegar a vivir a Medellín. Época del famoso fenómeno del niño hace 19 años. Un calor espantoso me acompañaba todo el día y toda la noche, digo me pues la única que se quejaba y re-quejaba era yo. Me tiraba al piso de baldosas frías y desde ahí decía con acento lastimero; esto no lo voy a soportar, me voy a volver loca.
Mujer de tierra fría y aún así a medio vestir y llegar a esta tierra que ya parecía la quinta paila del infierno, era casi un suplicio.
Mi niño de tres años tenía su alcoba grande y con todos sus juguetes pero se resistía a dormir solo en ella. Así que yo me la pasaba de un cuarto al otro toda la noche. Me acostaba con el niño, luego casi sonámbula regresaba a mi cuarto y luego el niño llamaba y yo regresaba a él, dormida para al cabo de un rato regresar de nuevo al mío.
Una noche cansada ya de tanta caminadera, de no dormir casi nada, aún cuando para hacer los recorridos poco me despertaba; grité, pataleé y juré que el jueguito se había acabado. El niño desde ese momento y hora por más que llorara no encontraría respuesta posible. Lo único que me faltó fue jurar que "nunca" más volvería dormida a su cuarto y viceversa.
Llega la noche, acompaño al retoño al suyo, lo ayudo a ponerse su pijama, lo meto en la cama, le doy su beso de buenas noches, espero a que se duerma y voy a mi cama. No llevo mucho rato durmiendo cuando escucho "Mamaaaaaaaá". No digo nada, no articulo palabra alguna y hago como que duermo. Mi hijo llega hasta mi cama y me llama. Nada, yo no digo nada. El continúa llamando y empieza a llorar. Muy molesta lo recrimino, le digo que ya hablamos el tema y que no volveré a dormir en su cuarto, que tendrá que dejar de llamarme pues no lo escucharé. Le digo la cháchara de siempre; que es grande, que agradezca a Dios por tener su cama, su cuarto y tanto amor, etc. El continua sordo a mis comentarios y en la suplica.
Me levanto de la cama molesta, llena de rabia y de frustración lo llevo al cuarto, lo meto en la cama y le prohíbo articular palabra.
Mi esposo mientras, aguanta callado todo el proceso. Se que no está de acuerdo con mi decisión, pero no es él, el que sufre las desveladas noche a noche.
Regreso a la cama, me meto entre las cobijas dispuesta a dormir desde esa noche sin mas interrupciones y escucho desde el cuarto de al lado casi en un murmullo el siguiente comentario: "Claro, ellos que son grandes duermen acompañados y yo que soy chiquito tengo que dormir solito y con este miedo que tengo".
Yo no corrí al cuarto a acompañarlo. Me mantuve en mi palabra; con dolor en el corazón, pero le di un codazo a mi marido para que fuera a acompañar el niño.
¿Con esos argumentos quién dice ni mu?

domingo, 11 de abril de 2010

Enredos

Con alguna frecuencia enredo lana,
hilos, madejas.
Confecciono con ellas
pequeños zapatitos
o sacos y primores para bebes chiquitos,
también hago carpetas y cobijas
que mi niña usaba para muñequear.
Desde hace un tiempo ya;
me ha dado también,
por enredar letras y palabras.
Con ellas hago intentos
de cuentos y poemas
sencillos unos, alegres otros más
unos cuantos me quedan
despeinados y locos y llenos de vivencias
de años que hacen parte de un pasado genial.
Ellos muestran entonces esta mujer real.

jueves, 8 de abril de 2010

Sin pelo de tonta

"Se me está cayendo el cabello
un día de estos
voy a amanecer
sin un pelo de tonta"

Mucho amor

Ideas cortas

Esta bella cabeza despeinada
algunas veces tan vacía de todo
y tan llena de nada.
Por momentos tiene ideas;
se le ocurren historias,
recuerda momentos,
imagina circunstancias.
Algunas veces está eufórica,
otras triste y descorazonada.
¿Será cierto eso de cabellos largos
ideas cortas?
¿Será que un simple corte de cabello
puede hacer la diferencia?
Yo sigo aquí
con mi cabello largo
y mis ideas cortas
y mi hermosa cabeza despeinada.

De salida

De un tiempo para acá, siento que pocas cosas me importan realmente. Me ha dado por decir... Me da lo mismo, no me importa colgar que quedar "chilinguiando", vale huevo o es igual ocho que ochenta. En realidad no sé si el "importaculismo" deba significar algo o si sencillamente la madurez me llegó y ya estoy más allá del bien y del mal.
También me pregunto si será bueno sentir que ya la vida no tiene mucho para darme y que quizá el tiempo pasó volando y yo ya estoy de salida.

Es que nosotros éramos tannn pooobres

Es que nosotros éramos tannn pooobres!!!!
Es una frase que escuchaba con alguna frecuencia hasta no hace mucho tiempo. En realidad eramos pobres; pero todos a nuestro alrededor lo eran y unos mucho más que nosotros.
En casa nunca faltó eso; una casa, camas, cobijas y por supuesto comida. Siempre hubo comida. Los tres golpes dirían algunos refiriéndose al desayuno, el almuerzo y la cena.
Incluso habían más personas de las que normalmente deberían de haber. Es decir, no solo estábamos nosotros los hermanos y la madre sino también algún tío incluso con su propia familia, una prima, o alguno de los múltiples amigos que acompañaron nuestra infancia y juventud.
Papá nunca vivió con nosotros pero eso no hizo que tuviéramos menos o más. No nos habría dado más pues no deseaba hacerlo. Era su modo de administrar dos familias; la legal y la otra, la de mantener en secreto con lo mínimo entre lo mínimo. Pero, aún así, la comida no era un lujo por lo tanto nunca faltó.
Ayer aquí en casa se dañó la aldaba de la puerta de entrada, por lo que llamé al cerrajero pero no puede venir sino hasta el sábado. Curiosamente se me ocurrió que debemos mantener la puerta cerrada como en aquellas épocas en que eramos tannn poooobres. Y es que nuestra puerta nunca se cerró para nadie por dos motivos. El primero y más importante es que eramos una familia solidaria y abierta a la gente y el segundo es que la chapa se dañó y por muchos años se cerraba desde afuera mismo metiendo la mano por la parte de abajo y atravesando un palo de madera.
En esa época no debían haber ladrones y si los habían seguro no intentarían perder el tiempo en nuestra casa.
Uno recuerda cosas, destellos de vivencias de otras épocas que se olvidan en los intrincados recovecos de la cabeza loca que tengo. Pero de pronto llegan, iluminan todo y hasta nos hacen pensar en tiempos idos no muy buenos económicamente hablando pero si llenos de tantas cosas y personas maravillosas; los hermanos, los amigos, el barrio, las casas y hasta los objetos que fuimos dejando atrás; pero que no por ello, por "olvidarlos". No nos proporcionaron felicidad.
Mi puerta de hoy esta casi igual de segura que la de aquella época inolvidable, pero por alguna razón que desconozco no siento temor.
¿Influirán en eso los recuerdos?
Es que nosotros éramos tannnn poooobres!!!!.

martes, 6 de abril de 2010

Muñeca de trapo

Algún día despertaré
y quizá
ya no seré más
una muñeca de trapo.
Podré mirar el mundo
recorrer los caminos
Ya no seré un títere
con deseos humanos.
Seré por fin mujer
y podré finalmente vivir
a plenitud mi vida.
(Fotografía de Daniel Ulloa)

Michín-Gustavín


A Michín le encanta cuando llega su papito correr hasta la puerta y una vez se abre, salir raudo y veloz a la calle. Él no mide las consecuencias de sus acciones, él sencillamente desea sentir la libertad del mundo con las puertas abiertas y el amor de sus papás y hermanos cuando salen llamándolo a buscarlo. Algunas veces se hace corretear un poco, se mete bajo un auto o cruza la calle. Así, perseguido se hace rogar, se hace desear, se siente muy amado y juega.
Un día Michín, salió a la calle y no se dio cuenta que no habían notado su ausencia. Al cabo de un rato de estar por ahí deambulando feliz, lo pensó mejor y se sentó cómodamente frente a la puerta a esperar que le abrieran y lo entraran amorosamente en brazos para darle su comida favorita y por supuesto unos ricos tragos de leche tibia.
Pero, unas personas pasaron por ahí y al verlo tan amigable lo tomaron en brazos. No fueron conscientes de su acción y sin pensarlo mucho se marcharon de prisa llevándose consigo un pedazo del corazón de cada uno de los miembros de la familia.
Mamá se percató de su ausencia y lo buscó afanosa, despertó a todo el mundo y salieron a buscarlo y nada.
Su hermanito perro le esperaba y Michín deseaba regresar a todos, a los brazos de cada uno y a sus besos que algunas veces empalagan pero que en este momento deseaba tanto.
Llegó a una casa extraña. Le saludaron amorosos y le dieron algo de comer y de beber, El estaba asustado. Una niña lo beso y perfumo un poco, pero eso solo molestó su naricita. El miraba por todos lados buscando la forma de salir, escapar y poder regresar a su hogar. Con su mami, su papi y sus hermanos.
Por fin trepó muy alto y haciendo un gran esfuerzo logró salir a la calle. Corriendo casi volando buscó su casita y después de muchas horas de camino y muy asustado logró llegar. Estaba sucio, cansado y con los paticas peladas de tanto correr.
Nano perro lo escucho primero y empezó a ladrar y a arañar la puerta. Nanita corrió y gritando dijo que había regresado y todos llegaron a saludarlo amorosos.
Inmediatamente sirvieron su comida favorita y lechita, y lo dejaron dormir muchas horas.
Ahora anda por ahí pidiendo y regalando mucho amor. Los besa y les dice te extrañé, duerme con ellos y les repite que los extrañé y claro los mira con amor y constata que los extrañó.
Mami al verlo llegar sucio y oliendo raro le dijo parte un poema que le repite con frecuencia ya que es uno de sus favoritos: "Oh mamita dame palo pero dame que comer"
Ahora es un gatico juicioso. Pero... No sé cuanto mas le dure.

Mimosa

Me acerco a ti despacio
con caminar felino
me meto entre tus brazos
muy mimosa
me abrazas
me aprisionas muy suave
me besas en la frente
en la nariz
el cuello
subes de nuevo y
con calidez me besas
en los labios
despacio inicialmente
y con pasión
después
exigente me vuelco
Te deseo más y más
mordisqueo
araño
y los besos adquieren
mayor intensidad
Yo los deseo largos
muy llenos pasión
Quiero meterme en ti
bien adentro en tus brazos
y tú fuertemente apretado
entre mis piernas tibias
exploto en mil colores luminosos
dejas en mí, tu aroma
tu semilla
y me duermo sonriente
y complacida
recostada en tu pecho.

Aquellas cosas que no me gustan

 Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...