viernes, 31 de mayo de 2013

Amor... todo fue amor.



Y el hombre aquel enamorado con pasión malsana.  La llevó con mentiras y enredos hasta aquella casa.  La hizo entrar a la sala, la fue conduciendo como si de una galería de arte se tratara.  Hablando suavemente, la envolvía, enseñándole los cuadros los objetos.  Ella alcanzó a sentirse un poco mareada.  Ya casi al final del recorrido, entraron a un pasillo iluminado como si una mañana de primavera fuera y luego la hizo entrar a una habitación obscura.  Le dijo: “Espera", y salió cerrando la puerta tras él y dejándola sola, en silencio total.  Sintió multitud de pestañas que la acariciaban, con rápido movimiento encendió la luz y espantada por fin lo comprendió.  Multitud de mariposas amarillas intentaban entrar en su vientre.  No podía creer que había sido engañada.
Al cabo de un rato de ardua lucha infructuosa, el enamorado aquel de la pasión malsana entró en el cuarto y al ella  verlo todo fue amor.

Mi palabra



Mi palabra es el puente que va de mi corazón al tuyo
Mi palabra está en la punta del arcoíris donde se entierra un carbón y surge la olla de tesoro
Mi palabra es la lanza que duramente se clavó en su costado
Mi palabra es raíz y tallo y hojas y flores y frutos verdes, pintones y maduros
Mi palabra es la fuente de la eterna salud y juventud
Mi palabra es vida… mí vida

La palabra

Se me antoja como una cinta multicolor que se torna en arcoíris, en mariposas de estruendoso color que se dispersan y adornan los parajes.

Se me hace puente a la liberación, al goce de comunicar, ¡de existir!
Catártico instrumento que me libera, dibujando ante mí infinitos paisajes hacia donde viajar.

Revuelo de locuras racionales, canciones sin melodía que te invitan a soñar.

Golpe de aire que me anima a continuar.

Suspiro alegre matutino, abismo para saltar y caer, suavemente,
en un nido de flores que, sutil, se rasga para dar a luz un universo de ideas que me lleva navegar con tiempos serenos o de tempestad.

Nexo vivo con la razón y el desatino. Puente infinito a la alteridad y la sonrisa.

Mi salvación, ¡y más!
B. Osiris B.

Yo



"Lo que me hace encantadoramente encantadora es ese toque de inocente perversión" 
P.L

Soliloquio Virtual I


Amaneció nublado (me gusta así). Me provoca tomar café (no soy "cafecera"), un "teterito": un poquitín de café muy oscuro y una buena pinta de leche muy cremosa, ¡leche con café, pues! No creo que me lo tome, por lo de la leche. Creo que mejor me quedaré una rato más dormitando junto a la ventana, disfrutando de la brisa fresca y tratando de recordar si anoche vino el personaje que me inventaste. Amanecí cansada y sin recuerdos. Ha de haber sido él (a algo hay que aferrarse para evadir algunos males). Sí, un café estaría bien; ¡y unas galletas de mantequilla! Las hago en un tris, con ralladura de limón, ¿sabes? Creo que a ese personaje habrá que ponerle un nombre. No porque exista, que existe desde el momento que le hemos dado espacio en la conversación, sino por comodidad. Sí, un nombre, para contarte con quién tomé ese café en mis fantasías y a qué le supieron las galletas que nunca pude comer.
B. Osiris B.

Cabanga

Soy alma errante
entre las ruinas tristes de esta nostalgia de ti.
No me consume la pena.
Vago para regocijarme en cada recuerdo tuyo.
Sonrío a esa, tu presencia inmanente,
que ya nunca me abandonará.
Vago entre mi nostalgia y tus recuerdos.
Suspiro.
B. Osiris B

jueves, 30 de mayo de 2013

El primer beso

Nuestro primer beso fue en una calle
solitaria y un poco obscura

el beso inicio en la frente

bajo por la nariz
se demoró en la comisura de los labios

se adentró con igual suavidad
y no recuerdo más

Amor emético



Raquel entró al restaurant sonriente y radiante. Era un reencuentro, en San Valentín, con sus antiguas compañeras, a quienes no veía desde su matrimonio, nueve meses atrás. Una sola mirada bastó para saber que el hombre hundido en los brazos de su amiga era Joaquín, su amante y fiel esposo. El que hacía revolotear las mariposas en su abdomen. Ella lo presentó como su futura pareja ante la mirada atónita de Raquel y la respiración contenida de Joaquín. Y de pronto, ante la mirada sorprendida de sus amigas y el espanto del maitre, hizo una gran arcada y comenzó a expulsar un vómito amarillo que no caía… ¡volaba! Entre arcadas y oleadas de mariposas amarillas que manaban sin control de su boca, escapó del lugar y corrió calle abajo. La ciudad fue declarada en emergencia: en solo minutos, millares de mariposas amarillas plagaban los jardines, las casas y oficinas. ¡Era San Valentín y a Raquel el amor le daba asco!

B. Osiris B.

Amar debería ser

De afectos y de pasiones
llenamos nuestra existencia
buscando tal vez la esencia
que aviva los corazones

Y, por extraños motivos,
luego de un amor confeso
lo sumen en el olvido
nuevos abrazos y besos

Los amores indecisos
y exigencias culturales
le reportan muchos males
a corazones divisos.

Amar debería ser
ejercicio liberal
que no acarreara mal
para quien siente el querer.

B. Osiris B.

Perdón y olvido




Una sola mirada a la cruda realidad, de ver a aquel que amaba metido entre otros brazos, observarlo feliz besando con pasión, fue suficiente y una a una las mariposas amarillas que poblaban su estómago murieron fulminadas.  Ella intentó revivirlas.  Les habló suavemente, les contó sus recuerdos y al hacerlo; derramó muchas lágrimas.  Y las lágrimas que fluyeron fueron tantas que al correr por sus mejillas cauterizaron las heridas abiertas y el dolor fue pasando.  Pensó que era el momento de volver a intentarlo y lo hizo, no se puede decir que no lo hizo; no se puede decir, que ella no lo intentó.  Su corazón perdonó el engaño, olvidó las afrentas, borró de su memoria el recuerdo fatal.  Su estómago en cambio con maligna destreza, ahogaba una a una las dulces mariposas amarillas que intentaban habitar en él.


¡Y cantó el gallo!


¡Y cantó el gallo!
Y tres veces me negaste
para alejarte de mí
y ser, de otro amor, lacayo.

¡Y cantó el gallo!
Rayando el amanecer
nuestro amor irresoluto
sin apenas florecer
en el olvido absoluto
se esfumó y fue a perecer
abrumado por tus fallos.

¡Y cantó el gallo!
Y en la nada me dejaste
pues pensaste solo en ti
y a mí, ¡que me parta un rayo!
B. Osiris B.

¿Y entonces?

¿Y entonces?

Se enteró ella por fin

¿Qué su amor te hace bien?

¿Qué estas rejuvenecido?

¿Qué sonríes con toda la cara
y más  frecuentemente?

¿Qué tus ojos destellan si la vez pasar?

Se ha dado cuenta ella

¿Qué vas más por allá desde que la deseas?

¿Qué ahora el trabajo no te agota tanto?

¿Qué no quieres ya sábados ni domingos?

¿Qué para ti ojalá, solo existirán martes?

¿Y entonces?

¿Seguirás por la vida solo así?

Deseándola.

¿Le dirás que te gusta?

¿Confesaras incluso que quizás hasta la amas?

¿Y entonces?

¿Qué será de la otra que confiada te espera?

¿Le dirás a ella acaso que otra pasión te embarga?

¿Renunciarás quizá a lo que ahora tienes

para gozar las mieles de lo que es novedoso?

¿O vivirás tal vez dos vidas, dos pasiones?

Tratando de evitar dañar a la que tienes

Y ser feliz por fin en brazos de las dos.

La vida no es tan fácil

No se pueden tener ambas opciones

Tú debes elegir entre las dos pasiones.

¿Ya que si las engañas?

No solo logras tu seguro dolor

Sino también el de por lo menos una de ellas.

Y el dolor que se causa se paga.

Ella derramará una lágrima

O quizás hasta dos.

Tú no tendrás perdón.

 

Ya no


Hoy me hablaron de ti y no te recuerdo
cuán benévolo ha sido para mí el olvido
no lo niego, contigo he aprendido
cómo se vive de señor, también de siervo.

Hoy me hablaron de ti y no sentí nada
que se parezca siquiera a un sentimiento
la experiencia es, para mí, agua pasada:
tú, como tema supones un voto de silencio.

Hoy me hablaron de ti y fue novedoso
no sentir tu presencia en mis adentros
fue un momento de dicha, ¡fue glorioso
saber que de mi vida ya tú no eres el centro!
B. Osiris B.

La otra


La otra
la que suelo ser
al descuido,
es vorágine salvaje
de improperios y gritos.

La otra,
la que soy en soledad
es huracán dolorosos
de escarnios y maledicencias.

La otra,
que soy yo,
castiga con la palabra impía
y habita en el desatino
de la mordacidad.

La otra,
que no me deja ser,
es demoledora de puentes,
pertinaz dominatriz
destructora de afectos,
barrena acidificada de cicatrices
perdurables en el tiempo.
B. Osiris B.

Dos hermosas imágenes

La vida celebrando la vida


Eterna enamorada del amor




Ella
Eterna enamorada del amor
se enamoró de un sueño
y al despertar, este se había ido
solo recuerdos quedaron
los cuales con el tiempo
se hicieron más difusos
y luego no fue nada.
Ella
Eterna enamorada del amor
se enamoró de un ave
lo metió en un jaula
lo cuidó bien
un día pensó que no se iría
que no podría dejarla,
abrió entonces la puerta
y el pajarillo aquel abrió las alas
-aun lo espera-
Ella
Eterna enamorada del amor
se enamoró de una estrella
la vio brillar y pensó que lo hacía por ella
noche a noche le hablaba
un día vio que alguien más también la observaba
y la estrella coqueta le correspondía
su corazón lastimado lloró.
Ella
Eterna enamorada del amor
se enamoró de Dios
oró todos los días
con cilicios pensó que él la amaría más
Un día notó que los amaba a todos
incluida ella
no quiso compartirlo.
Ella
Eterna enamorada del amor
por fin se fijó en ella
al cabo de un tiempo se percató
-Por fin-
que debía amarse primero
notó que si ella misma no encontraba
motivos para amarse
nadie más lo haría
y aprendió a amarse
y se amó mucho.
Ella
Eterna enamorada del amor
Por fin un día, encontró el amor
Y amó y fue amada por siempre.


Aquellas cosas que no me gustan

 Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...