Monstruos nocturnos
Hoy por hoy por varios motivos (gatos ataca pies y calores extremos, entre otros) saco los pies de abajo de la cobija y los descuelgo un poco, al borde de la cama.
Inmediatamente, los subo de nuevo y mi instinto me dice mételos bajo el abrigo seguro de la colcha.
Me da risa, y me sorprendo aún hoy debido a esos pensamientos, pues ya no soy una niña. Es más, para muchos ya soy una vieja.
Uno cree que solo los niños se imaginan monstruos bajo la cama o espíritus saliendo del clóset, a llevarnos con ellos al limbo en el cual viven con sus almas cautivas.
A veces también. Cuando salgo de mi cuarto y camino por mi casa a obscuras veo sombras. No es que existan o las vea como tal. ¿Yo las imagino? ¿Será mi mente cargada de vívidas imágenes la que me hace tener tantos miedos?
A ratos me río de mi misma, pero eso no hace que cambie mi forma de actuar o de pensar o de sentir.
A lo mejor, no sé. Los monstruos están ahí, esperando a que yo; baje la guardia.
Jajajajaja
Yo y mis pensamientos pensantes. De esos que no solo tienen los niños. Sino también, quizá... Las mentes infantiles. ¿Como la mía?
¿Y dime, tú también tienes temores nocturnos?
Patricia Lara Pachón