Aquellas cosas que no me gustan
Egoístamente mío
Cosas mías... Personales e intransferibles.
domingo, 17 de marzo de 2024
Aquellas cosas que no me gustan
Llorar y sorber mocos
Llorar y sorber mocos
Es el fin del mundo
Es el fin del mundo
Llenas de miedo
Recuerdo cuando me despertaba en la madrugada llena de miedos, por los terrores nocturnos con los que crecí. Pidiéndole a Dios y a todos los santos que un gallo cantara para que espantara a todos los espíritus que en las noches poblaban la tierra. Uff... Menos mal que los terrores pasaron pues ya las aves de corral no son frecuentes en las ciudades. ¡Válgame Dios! ¿Los espíritus ya no descansan? ¿Están de día y de noche de aquí para allí? … Penando...
Les cuento...
Les cuento...
Solía escribirme cartas todos los días
Solía escribirme cartas todos los días
A los muertos hay que dejarlos ir
A los muertos hay que dejarlos ir
La dama y el perrito negro
Deambula como todos los días a las 10 am por la playa. Vestido amplio, estampado en flores multicolores, a veces amarillo, a veces rojo, a veces verde o azul o blanco. Una pava enorme cubre sus bucles rubios, o acaso un pañolón a tono con el traje. Sandalias planas que dejan ver sus muy cuidados pies. Atado a su cintura y como si fuera uno mas de sus miembros va el perro. Un caniche negro como la noche negra. Cafés y vivarachos ojos. Orejas levantadas y esa cola casi volátil, que se mece y remece viendo las aves que bajan a comer de las manos de su ama.
El último momento
Cada momento es el último "momento" como lo conocemos. La vida cambia en fracción de segundos. Uno sólo se lo plantea cuando algo grande viene en camino. Y se dice a si mismo o quizá a quienes lo quieran escuchar... "Éste puede ser el último año juntos". Y uno siente que está preparado, pero igual el cambio lo toma a uno por sorpresa, lo deja sin aire y preguntándose que fue lo que pasó. Y lo que pasó fue eso... Pequeñas cosas, mínimas actitudes que sumadas fueron las que llenaron la copa y la desbordaron. ¿Debemos vivir entonces pensando en los últimos momentos o disfrutarlos plenamente?
lunes, 1 de enero de 2024
El infartico
El infartico
Construidos de historias
Cada uno de nosotros tiene una enorme cantidad de historias. Algunas para contar, otras para guardar primorosamente empacadas en papel de seda, unas cuantas más para tener aquí y allí; como arrojadas al viento. Para contarlas en cuanta reunión familiar hay. También, tenemos otras arrumadas en el cajón de los olvidos... No tan olvidadas por cierto. Ellas salen en el momento justo, en el tiempo preciso. Y se usan a veces como armas acaso mortales. Algunas historias también están envueltas cuidadosamente y guardadas en un anaquel que quizá un día sea descubierto por alguien.
Adios
No todos los que llegaron a nuestras vidas, lo hicieron para quedarse. Bendiciones y gracias a los que están, a los que se fueron y a los que vendrán.
sábado, 23 de diciembre de 2023
Fantasmas de las navidades pasadas
Han llegado los fantasmas de las navidades pasadas... Y duelen.
Los sueños sueños son
En el principio de mis tiempos yo no soñaba. Bueno, si lo hacía. Eran sueños mientras dormía. Pero no imaginaba mucho el futuro.
Valió la pena
Al tomarle las manos las sintió húmedas; heladas, recordó entonces su infancia en las tierras frías. Cuando salía muy temprano en la mañana a ver las huellas de los caracoles y babosas, para seguirlos, tomarlos en sus manos y jugar un rato con ellos. Fue una niñez trágicamente igual a esa sensación momentánea. Que de todas formas no le pareció en ese mismo momento dolorosa, ya que los ojos que observaba, eran brillantes y a pesar del miedo atrevidos.
Esos momentos
Existen esos momentos en la vida en los cuales uno siente que las cosas van a cambiar. Obvio uno se resiste. Pero... A veces no es una opción que uno pueda tomar o no. La vida es así... Indescriptible. Como que lo va orillando a uno. Como que lo empuja, lo "obliga" a tomar decisiones sí o sí.
La píedra
La piedra, María la O y yo
Irremediable
Fue amor a primera vista, verse y amarse. Irremediablemente perdidos en el tiempo y en la distancia. Curiosamente pasaban frente a un motel. Y al cruzarse sus manos se agarraron y caminaron hacía la puerta, y de allí a un cuarto indefinible. Se amaron lentamente primero y con un loco frenesí después. Se vistieron despacio. Él en el baño y también él recogiendo sus ropas que fueron arrojadas al piso, a la cama igual que palomas muertas.
Aquellas cosas que no me gustan
Aquellas cosas que no me gustan Aquellas cosas que no me gustan, sencillamente porque soy cansona. Trato de odiar poco, así que esa palabra...
-
Tengo todos los agüeros... todos -Eso es lo que yo en mi infinita ignorancia- creía. Pues no. Hoy estuvo el jardinero en cas...
-
Un mosquito feliz mordía y succionaba aquí y allí una gota de sangre deliciosa extraía de la niña hermosa una gota de sangre azu...
-
A mi tía la llevaron al convento de la madre Anatolia. De ese claustro y de la madre se dijeron muchas cosas. Que la madre no era mad...