miércoles, 29 de mayo de 2013

El ratoncito impostor




 Un ratón negro y bonito
con nariz muy pizpireta
y brillantes ojos claros
lleva entre su bolsillito
un blanco diente bonito
que recogió en un barquito
hecho todo de papel.
Dice él chiquillo aquel
que se le cayó a un pirata
que tenía una bravata
y ganas de pelear.
No conozco un brabucón
que usando pata de palo
tenga un diente tan bonito
y todo, todo blanquito,
que ilumine integro el barco
y hasta los alrededores.
Creo yo; pensando mal
que el mal hadado animal
se lo robó a una niñita
que seguro hace morriña
sin quererse levantar.
Pues no recibió dinero
del ratoncillo de dientes
que al llegar por su tesoro
encontró el rastro solo
y no sabiendo que hacer
se fue sin dejarle nada
a la que ahora seguro
 llora, pide,  suplica y grita
que le den su recompensa
pues ella cuidó sus dientes
como si diamantes fueran
para poder obtener
recompensa suficiente
para adquirir otro diente
que relumbre como aquel.
¡Ah! cruel y vil ratoncillo
No sabe que las tristezas
Que ocasiona por doquier
También las puede tener
Pues quien queriendo hace daño
Se condena a recibirlo
Tarde o temprano también.


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