sábado, 17 de octubre de 2009

Lo que no se da se pierde.

No deseo perder yo mis besos
mis caricias y hasta mis abrazos.
Te los doy al igual que mi alma
mi corazón dulce y mi sin razón.
Yo te doy mis dos manos repletas
y las caricias que ellas contienen.
Te doy yo mis ojos preciosos y las miradas
de amor que conservan
te doy yo mis brazos y abrazos.
Y mis labios que guardan millones de besos.
Todos los entrego desgranados lentos
Te entrego mi cuerpo fragante,
florido, cálido, discreto,
abierto al rocío de tus besos
suaves de tus brazos prestos.

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