lunes, 5 de octubre de 2009

Pobre Mangaleas

Ve Mangaleas, te lo advierto. El motivo por el que decidí salir a este paseo maratónico era sencillamente alejarte del ordenador. Tus dedos antes redondeados ahora son cuadrados en la punta y tienen letras varias impresas en cada uno de ellos.
Tus ojos antes brillantes y sonrientes, ahora deliran a ratos, te veo febril, reír solito a diferentes horas del día.
Esto no es vida Mangaleas o disfrutas este paseo de marras o nos regresamos a casa y hago una pira y arde tu ordenador y una cosa si te advierto, jamás entrará otro a nuestra casa, a nuestras vidas.
Siempre soné que envejeceríamos juntos, sillas mecedoras o sofás y tomados de la mano recordando tiempos pasados y resulta que ahora él, se interpone entre nosotros.
Yo solita me tomó mi café mientras tu lees, yo solita salgo a caminar mientras tu escribes, yo solita salgo a misa mientras tu conversas solo. ¿Solo? Jajajajaja. Estarás loco pero no tanto, hay una horda de mujeres al otro lado del ordenador, todas te tratan con cariño, con respeto. Todas te dicen que te quieren y te mandan besos y abrazos, ¿ y yo que?  ¿A dónde fuí a parar gracias a tu ordenador?
No señor, por lo menos estas vacaciones las pasas conmigo.
Y Mangales se aleja del café Internet o ciber casi llorando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...