viernes, 18 de enero de 2013

Así fue como fue



Esta era una señorita que sonreír le costaba
siempre las cejas contraídas ella llevaba
un día un caballero conocedor de la belleza de la dama
pero espantado por su mal carácter
decidió obsequiarle una sonrisa diaria
para que aprendiera que su mala cara 
no a todos los hombres espantaba
Un día le sonrió y ella ni se percató
al siguiente la miró a los ojos y de  sus labios otra sonrisa brotó
pero ella ni lo miró
Luego un gesto con el sombrero y brillo en los ojos primero
después la sonrisa que ella ya esperaba con prisa
Pasan los días y las semanas
y parece que ella ni enteraba estaba
mucho después y ya a punto él de desfallecer
La niña muy primorosa
Tímidamente sonríe  
sus mejillas se sonrojan 
Ella como amapola fresca
Todos los días refresca
Con risas y con sonrisas llenas todas de alegría
El agitado corazón del caballero sonriente
Que sin saberlo presiente
Que el amor los ha tocado.
Pues sonreír les ha dado
La capacidad sin par
De apreciarse el uno al otro
Y de amarse hasta el final.

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