miércoles, 19 de diciembre de 2012

El 21 de Diciembre y los Mayas


Siempre pensó que el fin del mundo llegaría dentro de muchos, muchos años.  Que ni sus hijos ni sus nietos tendrían que pasar por el terror de esperar un cataclismo que acabara con la tierra y con todos sus habitantes, animales y plantas incluidas.
Pero de un tiempo  a esta parte las "predicciones de los Mayas" relataban desastres tales como terremotos, lluvias de fuego, maremotos y demás tragedias, las cuales arrasarían con la vida humana.  Bueno; uno que otro sobreviviría pero sería retornar al principio de los tiempos y en la premisa de que sobreviviría al más fuerte.  Hoy por hoy y con tantas armas en manos de la gente del común no solo el más fuerte físicamente sino el mejor equipado para la sobrevivencia.
Las gentes temerosas se aprovisionaron de alimentos y agua, unos más construyeron viviendas en las altas montañas, para que no fueran alcanzadas por la furia del agua.  Otros creyeron que el futuro estaba en vivir en las cavernas.  Si antes el hombre vivía en ellas y logró llegar hasta lo que es hoy,  pues eso demostraba que esa era una buena idea.
Ella, nuestra heroína no creía realmente en tales desastres pero como mujer precavida que era tomó una que otra provisión para el futuro incierto.  Incluía aprovisionarse de comida enlatada, agua, linterna con pilas suficientes, velas, fósforos y un radio.  Entre más lo pensaba se daba cuenta que habían cosas que eran ridículas  por ejemplo: ¿Quién se tomaría el trabajo de comunicarse por radio?  ¿Cuáles serían las noticias que tendría para referir si seguramente estaba oculto como todo el mundo?
También se preguntaba, ¿Si valdría la pena sobrevivir un tiempo en una lucha constante contra las inclemencias del mundo que en ese momento se renovaba independientemente de lo que sucediera con sus especies;  y de los otros sobrevivientes deseosos de tener lo que uno tenía?
Se lo tomaba con calma y continuaba haciendo su vida normal pero pensando a cada instante.  ¿Para qué compro esto o aquello si no voy a lograr ponérmelo o comérmelo o usarlo siquiera?
Pero… también existía la posibilidad que los Mayas hubieran hecho una broma, o se pudieron haber equivocado en sus predicciones.  ¿Finalmente cuales de las cosas que dijeron que sucederían realmente sucedieron?
Los seres humanos somos alarmistas, nos gusta poner en nuestras mentes situaciones terribles para sentirnos liberados al momento que no sucedan  y claro inmediatamente también buscamos más motivos o nuevos motivos  para sufrir.  Nos ponemos nuevas fechas fatales y de vuelta  a esperar lo inevitable.
Nos encantan los cuentos de hadas porque tienen un final feliz, pero la lucha constante entre el bien y el mal es lo que le pone sabor a la vida.
Ella el 21 de Diciembre, muy temprano se puso el mejor par de zapatos que tenía, no le importó en ese momento pensar que a lo mejor tendría que correr y ellos no eran la mejor prenda para tal efecto.
En lugar de ropa para la guerra usó ropa elegante y bonita, se recostó cómodamente en su cama a leer, ver televisión y  esperar.  Finalmente en la vida todo lo que tiene que suceder, sucede y lo que tiene que pasar, pasa.  Independientemente de que vayamos al encuentro de las situaciones o no.
De qué valía ocultarse de lo inevitable.   Ella a lo mejor era cobarde pues pensar en la lucha para sobrevivir la llenaba de malestar y flojera.
Allí recostada la encontró el 22 y por supuesto con los ojos adormilados de leer y mirar la tele y los pies adoloridos por los zapatos.  Así que se levantó de la cama decidida a continuar su vida.
Finalmente el mundo no se acabó… por lo menos no su mundo.  Al cabo de un rato en las noticias se enteró que había una nueva fecha para el fin del mundo, no ya una predicción Maya sino una egipcia.  Acababan de encontrar un papiro en una de las pirámides que describía con lujo de detalles como en el año 2025 la tierra sufriría el impacto de un gran meteorito.
Ella, nuestra heroína se dijo que esperaría sentada y que a lo mejor para esa fecha ella ni existiría…

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