Y sí, ayer se fue al cielo. Se cansó de luchar. Se durmió y partió dormida hacia el infinito, voló libre, abandonó su cuerpo adolorido y partió hacia los brazos de Dios y ahora esta allí con Él, tratando de reconfortar a los que se quedaron sin ella, sufriendo su ausencia.
Ahora ella está feliz, el dolor se alejó, la imposibilidad de valerse por si misma también y descansa. Mientras Dios padre la acuna en sus brazos amorosamente.
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