martes, 9 de julio de 2013

Un gato, la lluvia, una ventana




El gato en la ventana ve que llueve
ve deslizarse el agua por el liso cristal.
La persigue con los ojos,
quiere beber un poco
pega la lengua al vidrio
y se asombra.
Levanta las orejas
se le eriza la piel
la curiosidad lo domina.
Con las paticas toca
salta a un lado y al otro
y no se moja nada.
Le gusta mucho eso pues;
la lengua se hizo para limpiarse bien
y el agua cristalina para quitar la sed
Curioso mira y mira
mueve sus bigoticos.
El agua cristalina y majestuosa
 sigue su curso mojando la ventana
y el gatico curioso sigue mirándola correr
se queda ahí un buen rato
sin quitar la mirada
pero a pesar de todo eso, aun no entiende nada.

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