lunes, 22 de julio de 2013

Mujer semilla




Como a la buena Gioconda a mí, Dios también me hizo mujer
me llenó de sensibilidades, de suavidades
de cavidades húmedas dispuestas a ser nidos.
Me permitió ser madre, compañera, amiga y hasta cómplice.
Me regaló dos manos para usarlas bien;
acariciar, escribir, tejer, bordar, cocinar ricas cosas.
También me regaló dos piernas incansables...
Me obsequió dos ojos que no solo ven lo real
Y lo que a simple vista se ve…
Dos oídos para escuchar no solo las palabras.
Puso en mi pecho un corazón bien cálido y amplio
También me dio un regazo en el cual acunar al que lo necesite.
Puso unos brazos largos que abrazan incluso en la distancia.
Y unos labios carnosos que no solo dan besos,
Pues son fuente eterna de sonrisas.
Y Dios me hizo mujer y yo
le doy gracias a él y en su nombre trato de dar ejemplo;
buen ejemplo... aun cuando de lo malo también se aprende.
Gracias a que soy mujer; de mi vientre salieron dos hermosas semillas
que cuido con esmero y mucho amor.
Al hacerme Dios a mí mujer, no solo me hizo portadora de vida
Sino también de ideas
que germinaron y crecieron y hasta frutos dieron.
Yo le doy gracias a Dios todos los días
por hacerme mujer… mujer semilla.

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