Como a la buena Gioconda a mí, Dios también me hizo mujer
me llenó de
sensibilidades, de suavidades
de cavidades
húmedas dispuestas a ser nidos.
Me permitió ser
madre, compañera, amiga y hasta cómplice.
Me regaló dos manos
para usarlas bien;
acariciar,
escribir, tejer, bordar, cocinar ricas cosas.
También me regaló
dos piernas incansables...
Me obsequió dos
ojos que no solo ven lo real
Y lo que a simple
vista se ve…
Dos oídos para
escuchar no solo las palabras.
Puso en mi pecho un
corazón bien cálido y amplio
También me dio un regazo
en el cual acunar al que lo necesite.
Puso unos brazos
largos que abrazan incluso en la distancia.
Y unos labios
carnosos que no solo dan besos,
Pues son fuente
eterna de sonrisas.
Y Dios me hizo
mujer y yo
le doy gracias a él
y en su nombre trato de dar ejemplo;
buen ejemplo... aun
cuando de lo malo también se aprende.
Gracias a que soy
mujer; de mi vientre salieron dos hermosas semillas
que cuido con
esmero y mucho amor.
Al hacerme Dios a
mí mujer, no solo me hizo portadora de vida
Sino también de
ideas
que germinaron y
crecieron y hasta frutos dieron.
Yo le doy gracias a
Dios todos los días
por hacerme mujer…
mujer semilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario