martes, 9 de julio de 2013

Una bolsa de basura




Paso yo por el andén, calzada dirán otros.  El olor es fétido... abruma.  Las moscas bailan sobre una bolsa medio abierta... o  medio cerrada, todo depende de la óptica del que mira; que está en una canastilla de las de depositar la basura.
Llega a mi mente la historia que vi la noche anterior en la televisión del hombre que asesinó a la dueña de la casa en la cual él era arrendatario de uno de los  cuartos de la casa y la fue sacando en bolsas de basura por pedacitos.  Los cuales fue distribuyendo por varias partes del barrio.  El tronco lo dejó completo y lo envolvió en la colchoneta de la cama de la señora asesinada.  Hizo fiesta en la casa una de esas  noches y no alcanzó a sacar el colchón por lo tanto   los invitados departieron alegremente sentados sobre la colchoneta. Él, el asesino aquel; en medio de los tragos repetía que se iba a hacer famoso muy pronto y que nadie creería que él había hecho eso tan "importante" 
Decían luego los invitados a la fiesta que el olor era espantoso pero eso no fue impedimento para "rumbear" hasta altas horas de la madrugada.
La dueña de la casa desapareció y la familia fue a preguntar por ella, pero el inquilino dijo que se había ido de paseo con un amigo.  A nadie le extrañó el asunto, pero cuando no regresaba empezaron a buscarla.    De no haber sido por el tronco encontrado envuelto en la colchoneta habría sido una desaparecida más y el hombre se habría salido con la suya.  A lo mejor se apresuró mucho en deshacerse del cadáver.  Si la hubiera sacado en pedacitos más pequeños no habría pasado nada.  –Pienso yo-
Se queda uno rumiando que finalmente desaparecer a una persona en un país como el nuestro en el que la gente anochece en su casa y al día siguiente no amanece no es tan complicado.
Igual yo lo que les contaba era lo de la bolsa fétida casi frente a mi puerta.  Podría haber sido por supuesto la cabeza de la mujer aquella y nadie se habría atrevido a abrirla para saber qué era lo que contenía.
Se me pone la piel de gallina al pensar en la maldad humana.  Y en las cosas que uno llega a pensar frente a algo tan trivial como una bolsa de basura que huele mal; muy mal…  

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