miércoles, 31 de julio de 2013

Espera


Tres días
o veinticinco minutos
son una eternidad
para quien, en odio –o en amor-,
espera.

Tres días
–o veinticinco minutos-
son mucho para odiar
o muy poco para amar.

¿Valdrá la pena la espera?
Espera que enciende maderos,
hierve la roja sangre,
y obnubila el pensamiento.

Y, detrás de la espera,
¿qué manos hay moviendo los hilos?
¿De qué fuente oculta
mana el sentimiento?
B. Osiris B.

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