jueves, 11 de julio de 2013

Dime, mamá


Si la luna no es de pan,
-tú ya me dijiste eso-
¿entonces, será de queso?

Y si el sol nunca llora
-que eso yo ya lo sabía-
¿es posible que sonría?

Y al mar, siendo tan grandote
-¡esto lo he pensado a veces!-
¿se le acabarán los peces?

La nieve tan blanca y fría
-aunque yo no la he tocado-
¿sirve para hacer helado?

Y una a una mil preguntas
-absurdas y otras no tanto-
la niña va preguntando

la madre con gran cariño
-y unas veces impaciente-
responde a su hija inocente.

Así se van de la mano
-sendos sorbetes probando-
viendo el mundo y platicando.


B. Osiris B.

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