Ojos llenos de ocaso.
Manos repletas de vacíos.
Cabellos flotantes.
-como sus ideas-
Pies cansados
-de desandar caminos-
Suplicando un milagro.
-nacer de nuevo-
Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...
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