Y es que la vida no le pasa a uno por un lado.
La vida nos
acaricia a veces,
otras nos sacude.
Pero siempre está
en fuerte contacto.
Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...
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