No lo pensé jamás
no lo deseé
no lo intuí
Me imaginé siempre sola
haciendo lo que quisiera
y viviendo como deseara
pero sola
siempre sola
Y luego
de pronto
me veo siendo esposa
y Madre
Y ahora no me imagino de otra forma
me sorprendí pensando…
-el otro día-
que yo había sido mamá
aun desde antes de nacer
y es que ser madre
es una bendita bendición divina
es una bendita bendición divina
sentir crecer a tus niños en tu corazón
-primero-
verlos luego crecer
hacerse personitas
y personas
observarlos ser felices
y dolerse de sus tristezas
gozar sus triunfos
sufrir sus derrotas
acompañarlos
-siempre-
estando ahí cerquita
o desde lejos
pero acompañándolos
-siempre-
Amarlos con el corazón
henchido de orgullo y de sonrisas
recordar sus momentos y sonreír
contar y recontar sus historias
y sonreír de nuevo
Definitivamente
Nací para ser mamá
Y le doy gracias a Dios todos los días
Y miro a mis niños
Y de nuevo…
Doy gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario