Y
Dios nos regaló dos ojos para ver.
Dos
lindas orejitas para escuchar.
Y
solo una boca para hablar.
¿Qué
nos querría decir con eso?
Atardeceres por encargo Un día mis hermanos y yo, dispuestos a reunirnos a pesar de la distancia nos pusimos la cita del amor fraterno. Cad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario