miércoles, 28 de agosto de 2013
De Paseo
Vuela una bandada de loros ruidosos (¡me encanta su sonido!), sopla la brisa entre los árboles y algo muy parecido al gozo recorre mi cuerpo mientras veo estremecerse sus copas. Al frente, una libélula pasea al ras del agua, buscando saciar la sed matinal. Unas avecillas cantan a lo lejos y su trinar se confunde con el golpeteo de un niño que corta ramas de un árbol, montaña adentro. El sol brilla y el aire es fresco. Termina la mañana y ya casi olvido que una rana tomó por asalto el lavabo y casi me hago pis en los pantalones. Un cielo azul, radiante y limpio, me invita a soltar un suspiro hondo. Agradezco tanta belleza. Un “piquijuye” me saca de mi contemplación, para descubrir que a mis pies unas emprendedoras hormigas tratan de hacer un picnic. Una enorme mariposa se apodera de mi toalla y es casi imposible convencerla de una devolución pacífica: es temeraria y combativa, pero mi hija, espadachín de palo de escoba, gana la batalla. La toalla vuelve a mis manos. Otra picadita en mis piernas. Un salto. Vuelvo a suspirar. Miro al cielo. Es la más cordial bienvenida a "bicholandia" y me agrada estar aquí.
B. Osiris B.
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