jueves, 22 de agosto de 2013

Tonteando ando





Por ahí va ese niño engreído, mimado, flechando corazones sin ton ni son.  Le gusta divertirse; es en realidad lo único que hace.  Empareja personas disimiles, las más diferentes de todas.  Si alguien dice me gustan las mujeres altas y delgadas, él se da a la tarea de buscarle, a la de toda la vida, a la que será para siempre... chiquita y gordita.
Se divierte.  Finalmente es un chiquillo que aún no razona, no piensa en los otros y se divierte.
Y Claro; sus contrarios son los sicarios del amor.  Ellos van por el mundo rompiendo corazones, dañando relaciones y siendo también felices.  Y es que ellos ya no son niños, pero son dos adolescentes que se sienten apoyados el uno en el otro y tampoco han madurado aun.
Al parecer solo la inexperiencia y la juventud están unidas al sentimiento máximo de la existencia humana.
Ahora yo me pregunto... ¿El odio será una vieja amargada y loca?

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