jueves, 2 de mayo de 2013

Desvelo

El frío olor matinal invade cada espacio de mi pesada atmósfera circundante.

Me cala los huesos y las soledades.

Canto temprano de aves jubilosas –otrora fuente de sonrisas-
espantan los vestigios oníricos de un reposo que nunca llegó.

Amanece.

B. Osiris B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las margaritas de Octavio

Las margaritas de Octavio  Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...