A veces uno se queda sin palabras
para decir
para escribir
para tan solo enumerar
E incluso los pensamientos
mustios
mueren
pues las palabras
ya no florecen más
Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...
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