Cabiztivo y pensibajo
caminaba un cangrejito
mirando a un caracolito
y diciendo, por lo bajo:
"soy un cangrejo ladrón
y en un rato, sin casita,
dejaré en una visita
a este tonto muchachón"
Ensimismado y absorto,
tanto, hallábase que pronto
repararía, con sorpresa
que lejos, lejos se le iba
y se escapaba su presa.
B. Osiris B.
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