viernes, 2 de noviembre de 2012

El ensueño


La niña Paty, cansada de correr por el prado, se recostó un rato sobre la hierba. Jadeante y asombrada, vio como sus cabellos se convertían en un cristalino riachuelo, de frías y refrescantes aguas. De sus ojos volaron mariposas multicolores que adornaron el cielo. Sus manos, refulgentes girasoles. Su aliento fue brisa fresca. Y de su falda brotaron jazmines que perfumaron el ambiente al soplo de un suspiro. De sus oídos manaron aves canoras que alegraron el momento en que se fundió con el paisaje. Y fue una con Madre Natura, durmiendo en el solaz de aquella tarde asoleada de noviembre.
B. Osiris B.

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