jueves, 1 de septiembre de 2011

Recuerdos propios

Todos tenemos algo que guardamos con esmero

lo tenemos ahí, en un sitio oculto

a veces olvidado.

Un día estando solos

lo recordamos, lo buscamos,

lo ponemos en nuestras manos,

lo observamos cuidadosamente;

y los recuerdos regresan

uno a uno en rápida sucesión.

Lo volvemos a depositar

Amorosamente se podría decir;

en un lugar seguro.

Todos tenemos un libro favorito,

un sitio importante al cual llegamos

y ahí nos sentamos en silencio.

Un traje que nos gusta más,

un par de zapatos que nunca desechamos,

un color imprescindible en nuestra ropa,

un olor inolvidable

-a lo mejor no para todo el mundo-

El recuerdo del tacto de una piel

en nuestros dedos a pesar del tiempo

Y aun de las distancias,

su aroma.

Una mirada coqueta,

un sueño por cumplir,

un secreto inconfesable,

una canción que nos traslada

a otras épocas,

el recuerdo de un beso;

incluso el sabor que nos quedó

en los labios.

El gusto de un fruto bien maduro

una arruga de tanto de reír

y otra de poner mala cara.

Todos tenemos un amor platónico,

un actor favorito,

una historia para contar

o dos.

Todos tenemos un dolor en el alma,

un miedo oculto.

Un recuerdo que habríamos preferido olvidar,

Un engaño que aun duele.

¿Qué sería de nuestras vidas si no tuviéramos

esos recuerdos propios?

¿Algo únicamente nuestro?

Doloroso o no.

Pero propio, personal e intransferible.

(No vivimos de recuerdos pero…

Algunas veces ellos ponen sonrisas en nuestros labios

U opacan nuestras miradas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...