
Todos tenemos algo que guardamos con esmero
lo tenemos ahí, en un sitio oculto
a veces olvidado.
Un día estando solos
lo recordamos, lo buscamos,
lo ponemos en nuestras manos,
lo observamos cuidadosamente;
y los recuerdos regresan
uno a uno en rápida sucesión.
Lo volvemos a depositar
Amorosamente se podría decir;
en un lugar seguro.
Todos tenemos un libro favorito,
un sitio importante al cual llegamos
y ahí nos sentamos en silencio.
Un traje que nos gusta más,
un par de zapatos que nunca desechamos,
un color imprescindible en nuestra ropa,
un olor inolvidable
-a lo mejor no para todo el mundo-
El recuerdo del tacto de una piel
en nuestros dedos a pesar del tiempo
Y aun de las distancias,
su aroma.
Una mirada coqueta,
un sueño por cumplir,
un secreto inconfesable,
una canción que nos traslada
a otras épocas,
el recuerdo de un beso;
incluso el sabor que nos quedó
en los labios.
El gusto de un fruto bien maduro
una arruga de tanto de reír
y otra de poner mala cara.
Todos tenemos un amor platónico,
un actor favorito,
una historia para contar
o dos.
Todos tenemos un dolor en el alma,
un miedo oculto.
Un recuerdo que habríamos preferido olvidar,
Un engaño que aun duele.
¿Qué sería de nuestras vidas si no tuviéramos
esos recuerdos propios?
¿Algo únicamente nuestro?
Doloroso o no.
Pero propio, personal e intransferible.
(No vivimos de recuerdos pero…
Algunas veces ellos ponen sonrisas en nuestros labios
U opacan nuestras miradas)
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