sábado, 7 de septiembre de 2013

Esto es amor


Las mariposas le nacieron en la panza. Se multiplicaron con cada sonrisa. Cada suspiro marcaba el renacer de miles de ellas. Y se multiplicaban con mayor fuero si los besos abundaban. Así, se colmó de mariposas azules, rosas, naranjas, ¡multicolores! Pero eran muchas para el amor que tenían. Fue de esa forma como, en horas de hambre de amor, le fueron comiendo las entrañas. Cuando ya no había nada que comer, miles de mariposas emigraron por sus ojos en un arcoíris de llanto. En un suspiro, evocando amores viejos, vio partir con sorpresa a las últimas tres que aún la habitaban. Hoy está vacía por dentro, ya no besa, no ríe, no suspira ¡y no ama!... tampoco recuerda cómo era tener maripositas en la panza.
B. Osiris B.

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