viernes, 20 de septiembre de 2013

Rex



¿Cómo decir que te extraño, si nunca te conocí?
No tuviste el gusto de refregarte contra mis piernas,
o de olisquearme al llegar a casa de tu humana
pero al saber del amor que prodigaste a esa hermana
o leer cada frase que de te dijo tan tierna
me parece a mí que sí,
que ya comienzo a extrañarte.

Fuiste una bendición, yo creo,
para estos cuatro bípedos humanos
pues diste amor, sonrisas y compañía
fuiste algo así como hijo, amigo y hermano.
Y llegado, como ha, el día de tu partida,
quiero expresar que es mi deseo
que goces de mucho más amor, y si hay otra vida
con tu familia humana puedas reunirte algún día
y vuelvan ellos a gozar de tu cariño y tu afecto cercano.
B. Osiris B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Veo

  Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...