Qué tal si nos tomamos un café
y mientras nuestras manos
recogen el calor que da la taza
me miras a los ojos
y me hablas.
Me cuentas de tu vida
de tus cosas.
Viendo el vapor salir de cada taza
recuerdas lo vivido
y me hablas.
Qué tal si nos tomamos un café
y cuando nuestras manos estén tibias
y nuestras bocas cálidas
en loco frenesí, las juntamos
y un beso calientico y con sabor a café
tu y yo nos damos.
Qué tal si nos tomamos un café
Tomados de las manos
Y un tibio y dulce beso nos damos.
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