jueves, 12 de septiembre de 2013

Por siempre





Y guardó silencio... un silencio ensordecedor.  Un silencio que duro tan solo unos segundos.  Unos segundos que fueron suficientes para que se diera vuelta y partiera... para siempre.
En esos segundos el siempre;  se hizo eterno, constante y doloroso.  Pues el amor también se dio la vuelta y partió... para siempre.
Y es que el siempre dura mucho... muchísimo y el amor puede ser perdurable mientras dure o ser un nunca eterno.

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