lunes, 23 de septiembre de 2013

Mater Familia



Tenía tanta nostalgia de las cosas que guardaba, que un buen día empacó sus cosas más preciadas, muy pocas, y se fue a vivir en una pequeña cajita en el desván, justo al lado la caja de sus juguetes de la infancia, encima de los trajes de la abuela y sobre la colección de vestidos matrimoniales de la tía Luisa. Allí permanece, todavía, la “mater familia”. De cuando en cuando, ante una nueva mudanza, todos la recuerdan… o la olvidan en la casa que queda atrás. Ante el recuerdo, sonríe. Ante el olvido, sale de su cómoda cajita, va al banco y tomando un poco de su pensión de vejez, paga el traslado al próximo desván o al cuarto de faena. ¡Todo sea por la memoria familiar!
B. Osiris B.

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