martes, 17 de septiembre de 2013

Se fue al cielo hoy 17 de Septiembre



Rex

Laura quería un perrito.  Insistía en eso y su padre que es un alcahuete decidió conseguirle uno.  Yo decía en que no, pues no quería las responsabilidades que implica tener mascota en la casa.  Y aun cuando ellos  mi hijo e hija decían que se harían cargo yo sabía que eso nunca sería cierto.
En el periódico publicaron el aviso de tres cachorros Schnauzer, dos sal pimienta y uno blanco.  Salimos con la intención de conseguir el blanco pero al llegar y vernos "el flaco" como lo llamaban en el criadero enamoró a los niños y por supuesto nos compró a todos.
No lloró al separarse de sus padres y tranquilamente se sentó en el carro en medio de los niños sin dejar de volear ese pedacito de cola que le habían dejado.
Era chiquitito, dijeron que tenía tres meses pero al ver los papeles nos dimos cuenta que tenía dos.  No podía subir las escaleras y mientras aprendió a no hacer dentro de la casa sus necesidades mi hijo durmió con él en el primer piso con la puerta del patio abierta para que pudiera salir a hacer pipi o popo y aprendiera más fácil.  Y eso que Bogotá es una ciudad fría pero al niño no le importaba.
Le enseñamos a subir las escaleras y también a trepar a las camas.  Nunca hemos sentido a esos peludos como mascotas sino como a miembros de la familia a los cuales hay que cuidar, proteger y querer con la misma intensidad con la que ellos nos quieren.
Fue creciendo con nosotros y nosotros con él, en un lapso muy corto de tiempo se quedó ciego y sufría además del hígado y hasta de los riñones, pero nunca se mostró triste o enfermo y siempre lo vimos feliz y amándonos mucho. 
Laura era la niña que debía cuidar y proteger y con la cual jugaba al escondidijo.  Si le preguntábamos: Rex, ¿Dónde está la niña?  Paraba sus orejitas y corría a buscarla.  Con Ricardo Jr. eran los amigos, los parceros, los compañeros.   Amaba al consorte y a mí me cuidaba y me enseñaba a ser una mejor persona.  Me aconductaba y daba quejas de mis comportamientos.
El domingo Laura le vio el pequeño tumor en su patica, le hicieron curación con toda clase de cosas y pareció que mejoraba, pero de todas formas el lunes se llevó al médico y se le hicieron análisis de sangre.  El veterinario por algún motivo que desconozco no me había gustado y les pedí a los Ricardo que lo llevaran a otro, pero era el que ya lo había visto antes y el que "conocía" los problemas del perrito, así que ellos lo llevaron allá a pesar de mis recomendaciones.
Él dijo que estaba más malito del hígado pero que igual había que retirar el tumor con una pequeña cirugía y que había que mandarlo a analizar por malignidad.  Así que ayer a las ocho de la mañana había que llevarlo a la clínica y dejarlo para el procedimiento que sería a las diez.  Dijo que lo estaría entregando más o menos a la una de la tarde.
Lo dejamos e hicimos una cantidad de cosas que había que hacer y a la una fui por él.  Lo vi sentado en la camilla y pensé que se estaba recuperando, pero salió el médico y me dijo que apenas iba a hacer el procedimiento, que había estado muy ocupado en la mañana y que yo lo llamara a las dos para ir por Rex.  Le dije que el perrito había aguantado hambre y temor todo el día, pero aun así me fui para la casa.  En el camino llamé a Ricardo y le conté y luego recibí mensajes de mi hijo preguntando y le respondí lo mismo.  Unos veinte minutos después me llamó el consorte a darme la noticia. 
El perrito hizo paro cardiaco apenas le aplicaron la anestesia y no hubo forma de recuperarlo. 
La gente no entiende.
Unos dicen que dejó de sufrir; pero él no sufrió a nuestro lado.  Que ya está en un lugar mejor, pero el mejor lugar era a nuestro lado. 
Yo de corazón espero y deseo que este en un lugar mejor y que al cabo del tiempo necesario nos reencontremos con él para volver a disfrutar del cariño realmente desinteresado que nos ofreció.  Las personas de una manera u otra necesitan algo de nosotros... así solo sea compañía.  Estos animalitos nos aman sin esperar nada a cambio.
Yo lo voy a extrañar mucho, mis hijos lo van a extrañar mucho. El consorte lo va a extrañar mucho. 


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