jueves, 27 de octubre de 2011

Vampiros afilando los dientes

El crepúsculo se adentra,

y poco a poco aparecen,

los vampiros disidentes,

afilándose los dientes.

Y son disidentes dicen,

porque disiden de todo,

lo que parezca injusticia,

o fútil palabrería.

Y se adentran y escudriñan,

en lenguas que no están muertas,

y nos recetan al día,

gramática encapsulada.

Se conocen los blasones,

y entretejes de la heráldica,

y entre un mundo de apellidos,

se van limando los dientes.

Reseñan largas hazañas,

brincando a un paso el océano,

con crónicas en imágenes,

y reportes legendarios.

Y entre periplo y periplo,

muestran versos y poemas,

como el príncipe encantado,

que toma de un cuello un bocado.

Entre Shatya Sai y Sufies,

hay temas de reflexión,

y tu puedes meditar,

las cosas del universo.

Tertulias alternativas,

temas de fútbol o toros,

y los chistes ingeniosos,

les afilan los colmillos.

En un mundo de brujitas,

donde un enjambre son ellas,

los caballeros vampiros,

son oasis necesarios.

Por ello se les estima,

y sus damas les adoran,

y los esperan al alba

aunque les claven los dientes.

Yolanda de la Colina Flores

octubre del 2011

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