viernes, 14 de octubre de 2011

Que tal el sueño...

Fue un sueño tan extraño... tan dramático, tan ficticio que ahora siento que estoy viendo demasiada televisión.

Ella; una mujer en un patio grande camina sola y tranquila a pesar de saberse observada con rabia por muchas otras. Hay, en el centro del patio un camión de gasolina y arriba de él están dos internas más y un hombre (el conductor seguramente) Una de ellas le pide con un gesto al tipo que actué y en vista de que no lo hace; ella misma toma una manguera como de carro de bomberos y baña a la mujer que al notar que es rociada con gasolina corre hacia un extremo del sitio en el que hay una ducha o mejor dicho varias duchas que dejan caer el agua en circulo creando en el medio un espacio.

La mujer cree que metiéndose en aquel lugar escapara de lo que le espera, pero de algún sitio alguien le arroja una cerrilla con lo cual surge una chispa y luego una explosión que la deja tendida en el piso, con el agua corriendo sobre ella. Veo la cara aterrada de la mujer, el agua y su sangre correr juntas, veo un pie destrozado y pienso en las maravillas que hace la ciencia de la televisión y la tecnología con el maquillaje y los efectos especiales.

Nadie se mueve ni yo misma pues intuyo que ella se lo merece, en mi interior se que le hizo daño de la misma forma a alguien... pero también sé que es ficción, no realidad.

Por eso mismo observo sin tomar cartas en el asunto y sin realizar mi magistral y propia actuación. Se escuchan sirenas y movimiento a lo lejos pero la vida por sí misma y en aquel patio como tal, solo se escapa con el agua.

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