
Naranjas y morados mezclan festividades,
cientos de “calaquitas" cubiertas de colores,
igual que las pequeñas vestidas de brujitas.
Y vuelven divertido lo que atormenta a otros,
transforman aquelarres en reunión de belleza
y en una pasarela de “fans” de estos disfraces.
Inventan sortilegios para encantar muñecas,
que vuelan a su lado montadas en escobas
y que son una mezcla de gótica con hada.
Y sueñan con ser grandes igual que sus madres,
se observan en espejos e imitan sus modales,
pues no quieren ser brujas sin sus tacones de aguja.
Yolanda de la Colina Flores
octubre del 2011
Una composición muy bonita...
ResponderEliminarBeso
Gracias, es realizada por una muy querida amiga que hace magia con las imágenes y con las palabras. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
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