sábado, 17 de mayo de 2014

Ausencias



Cuando, estando, ya no esté
regálame la palabra, la sonrisa
y un abrazo en el silencio.

Cuando, ausente, mi mirada no te busque,
regálame la noción de mi presencia
con el humano contacto de una caricia, de un verso,
de un recuerdo, ¡una palabra!

Cuando, perdida la mirada y adormecidas las ideas
-¡que no muertas, como creen!-
mi cuerpo cansado repose en el doloroso suburbio de estar y no ser,
pinta para mí el horizonte de tu sonrisa,
las hermosas lagunas de tus ojos,
el paisaje de tu presencia,
la música de tu voz.

Que ausente de la que soy,
renazca, por ti, en mí,
para sonreír de nuevo,
¡para volver a vivir!

B. Osiris B.

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