lunes, 19 de mayo de 2014

¡Vivo!





Ha sido largo el camino
y el dolor me invade.
Mi cuerpo cansado
es plaza
donde se baten a duelo
el autocontrol y la violencia.
La que sufro.
La que siento.
Me carcome el alma
la dicotomía de esta vida,
tan mía,
tan tuya,
¡tan ajena!
Y en la cascada de unos ojos frescos,
de una sonrisa
colmada del amor más puro
-¡infinito!-
tomo a diario
un sorbo de aliento,
una dosis de amor bonito
para vivir un día a la vez,
para dar el siguiente paso,
para morir a las miserias
y renacer a la esperanza.
¡Para ser!
B. Osiris B.

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