miércoles, 7 de mayo de 2014

Me aprovecho





No logro entenderte. La verdad, lo intento.  Pero eres variable, cambiante, hormonal, o no sé qué.  Igual pueden ser todas esas cosas juntas y sumadas a otras más, que ahora no recuerdo.
Pareces loca.  A veces me quieres, otras me odias y unas cuantas más me ignoras sin piedad.
Y yo siempre ahí.  Dispuesto, disponible para lo que quieras.  Si es llorar, con el pañuelo listo para secar lágrimas y limpiar mocos.  Si es reír, para reír contigo sin pausa.  Si es bailar, para poner la música que más te gusta y bailar hasta que se inflaman los pies y nos duela la espalda.  Si es caminar, para salir sin rumbo por donde los caminos nos lleven.
Pero claro, si soy yo el que desea algo, tú me ignoras.  Sin piedad, sin pausa y sin dolor.
A veces quiero hablar y me miras dispuesta y hasta asientes un poco con la cabeza; pero sé que me ignoras.  A ratos te pregunto qué opinas y tu respuesta es siempre decir;  “Claro que sí; estoy de acuerdo contigo”.  El otro día te dije que si querías saltar desde un piso 20 de un edificio y tu respuesta fue: “Claro que sí; estoy de acuerdo contigo”.  Estuve tentado de llevarte al edificio y pedirte que lo hiciéramos.  Pero luego como que intuiste que habías cometido un error y entonces; me llenaste de besos y de mimos.  Y por supuesto; yo lo olvide todo.  Pensé que era el inicio de algo bueno, magnífico.  Pero claro, al rato ya te habías olvidado.  Te habías olvidado de mí de nuevo y yo, ya había olvidado que debíamos saltar del piso 20.
Te aprovechas de mí y me manipulas.  Me aprovecho de ti y hago lo que deseas, ya que cualquier momento de placer a tu lado, lo paga todo pues  te amo.
Patricia Lara P.

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