Amaneció brillante,
límpida y resplandeciente
y, con un leve contacto,
se tornó en miríada
dolorosa de múltiples trozos.
Un toque suave
-pesaroso-
la esparció por los aires.
Y ya no fue resplandor
sino estruendo y sorpresa.
Dispersa e incomprensible,
-incomprendida-
yace fraccionada.
Destruida.
límpida y resplandeciente
y, con un leve contacto,
se tornó en miríada
dolorosa de múltiples trozos.
Un toque suave
-pesaroso-
la esparció por los aires.
Y ya no fue resplandor
sino estruendo y sorpresa.
Dispersa e incomprensible,
-incomprendida-
yace fraccionada.
Destruida.
B. Osiris B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario