sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Y tu qué prometes?



Yo me prometo

Hacer todo lo posible por no volverme a quejar por esos kilos de más cuando sé que hay gente a la que quiero mucho que sufre por sus kilos de menos.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Aprendiendo




La gente dice con mucha liberalidad..."Aprenderé a amarlo" como si el amor fuera cuestión de aprendizajes, como si uno pudiera ir a una escuela, a un colegio, o a la universidad y nos dieran cátedra de amor o hubiera materias sobre eso.  Para amar hay que vivir y el amor llega y se va o se queda o es transitorio pero no se enseña ni se aprende.  El amor se siente; se vive.  Se apodera de ti y te llena de regocijos o de tristezas.
"Aprenderé a amarlo" lo acabo de escuchar de una novela que escucho en la tv que se llama Jude, corazones atormentados.

Juntas





“Tengo los ojos húmedos, deben ser la humedad en el ambiente y la del alma,  juntas.”

jueves, 28 de noviembre de 2013

Recuerdos




Recordé mi infancia y mi adolescencia.  Aquellos días en que al abrir la puerta se entraban las nubes a bailar en la sala.  Y a pesar de que no me gusta el frio, si disfruté el recuerdo.
Recordé que la preocupación mayor.  A pesar de la pobreza y de tanto "abandono" era levantarse para ir a estudiar.
Recordé mis hermanos y sus ojos, brillantes y sonrientes.  Sobre todo los ojos de  Carlos Eduardo, que fue alegre y feliz casi siempre.
Recordé al mirar hoy fuera de mi ventana los ojos pensativos de mi hermano Jaime Alberto, siempre tan pausado.
Recordé que fui muy afortunada pues los tuve a ellos, a mis hermanos.  Y a pesar de que no todo fueron risas, si fueron las más.  Así que recordé con añoranza que fui feliz, al ver la nube queriendo entrar por mi ventana a mi cuarto y ya no danzar como antaño sino recostarse un ratico en mi cama a conversar conmigo. 

Silencio




Me convertí en oídos
para saber descubrir que tus palabras había vida.
Y probé la dulzura musical de tus labios.
Embriagada, escuché mil secretos
en la suave melodía de cada uno de tus besos.
En tus ojos, escuché el cantar
de un río bravío
manantial de una pasión
que yo creía inagotable.
Embelesada,
me aturdí con el suspiro de tu alma.
Y hoy muero de sordera
y soledad.
Mi pecho ya no escucha
la cálida canción de tus mejillas
rozando mi piel.
B. Osiris B.

Mi tristeza

 Mi tristeza  Se dibujará sólo un instante en un brillo o en un oscurecimiento de mi mirada. De ahí en más. Si alguna vez acaso, se asoma po...