Un sabor acre me obnubila el gusto.
El sabor amargo de tanta verdad
ahoga la dulzura de las sutilezas adecuadas
(políticamente correctas, socialmente aceptadas).
A esa entrega llegué tarde.
Temprano a la crudeza y la realidad,
aunque duelan
–a mí o a otros-.
Sojuzgo las conductas.
La mía, la tuya,
con razón
o sin ella.
Me huelen mal las traiciones,
los golpes bajos
y el afán desmedido por ser más que el otro
y no uno con el otro, en esta senda que juntos recorremos.
Y me critico,
me analizo,
me rechazo,
te rechazo,
me distancio,
te anulo,
me niego en la esencia maravillosa de la cocreación…
¡Caótica!,
así es mi perspectiva de una ruta que se me hace infinita.
Vivimos cada día;
también morimos un poco en cada nueva jornada.
Las distancias se estrechan,
los tiempos se acortan,
y cada vez somos más.
Somos menos.
El ser pierde su esencia.
Nos diluimos.
B. Osiris B.
El sabor amargo de tanta verdad
ahoga la dulzura de las sutilezas adecuadas
(políticamente correctas, socialmente aceptadas).
A esa entrega llegué tarde.
Temprano a la crudeza y la realidad,
aunque duelan
–a mí o a otros-.
Sojuzgo las conductas.
La mía, la tuya,
con razón
o sin ella.
Me huelen mal las traiciones,
los golpes bajos
y el afán desmedido por ser más que el otro
y no uno con el otro, en esta senda que juntos recorremos.
Y me critico,
me analizo,
me rechazo,
te rechazo,
me distancio,
te anulo,
me niego en la esencia maravillosa de la cocreación…
¡Caótica!,
así es mi perspectiva de una ruta que se me hace infinita.
Vivimos cada día;
también morimos un poco en cada nueva jornada.
Las distancias se estrechan,
los tiempos se acortan,
y cada vez somos más.
Somos menos.
El ser pierde su esencia.
Nos diluimos.
B. Osiris B.
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